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— Luke, creo que deberías leer este libro, está hermoso —Murmuro cerrando el libro al terminarlo.

— Lo haré —Contesta cortante, con los ojos aún cerrados.

— Oye, ¿Qué te pasa? —Reclamo— Has estado muy grosero conmigo, y debes saber que... —Me interrumpe.

— ¿Quién era el tipo de la escuela? —Abre los ojos con el ceño fruncido.

Me encogí de hombros.

— No sé, estaba en mi clase de química... —Guardo silencio pensando — Miento, era de literatura.

Luke bufa aún molesto.

— ¿Y no mencionó su nombre? Porque al parecer él sabía mucho más de ti que tú de él.

— Sí, mencionó su nombre —Luke me observa con los ojos entre cerrados. — Pero no lo recuerdo.

Gruñe ante mi respuesta.

— ¿Qué tanto te preguntó?

— Tonterías, nada importante —Se sienta dándome la espalda. — ¿Por qué estas enfadado? —Se encoge de hombros sin decir nada — ¿Estás celoso? —Recargo inocentemente mi barbilla en su hombro.

— Sí —Susurra.

— ¿Qué dijiste?

— Que sí, estoy celoso. —Lo abrazo una vez más, inocentemente, por la espalda. — No me agrada que ese tipo te hable — Me separo un poco, volviendo a colocar mi barbilla en su hombro.

— Sólo déjalo, además, ni era atractivo.

"Sí era atractivo, Elisa"

"¿Y qué? Luke es muchísimo más."

"Es cierto, olvida lo que dije"

"Gracias, Elisa"

"De nada, Elisa"

— Está bien —Murmura Luke, rindiéndose ante mis palabras, y los celos.

(...)

Estaba tirada en el sillón de la casa de mi tía, como de costumbre, sola.

Todos salieron, a no sé dónde.

Mi celular empieza a sonar, lo observo vibrando en la mesa de centro, me estiro a tomarlo y contesto sin fijarme quién llama.

— Hola.

— Elisa, hola. —Me acomodo en el sillón.

— Hola, Luke.

— Llamaba para disculparme por haber sido grosero contigo ayer.

— No importa. –Suspira por la bocina.

— ¿Estás segura? No quiero tener problemas contigo, ni que estés enojada conmigo, ni que... —Le interrumpo.

— Luke, está bien.

— Gracias —Nos quedamos callados — ¿Qué haces?

— Arreglándome para una cita con el chico de la escuela. —Se queda callado. —Es broma, no estoy haciendo nada.

— ¿Quieres salir? —Pregunta evadiendo mi pequeña broma de mal gusto, para él.

— No, tengo flojera. —Bufa — Si quieres puedes venir.

— ¿A tu casa?

— No, al centro comercial —Río— Claro que a mi casa, podríamos ver una película o qué se yo.

Elisa (L.H)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora