27 de febrero
—Blair Miller está corriendo por la banda.
—¿Corriendo? Parece que va volando, Annie.
—Lo que sí sabemos es que las jugadoras del otro equipo llevan varios minutos intentando pararla, pero parece algo imposible. Está cara a cara con la portera italiana que se adelanta ligeramente para cubrir más la portería. Blair chuta con fuerza y... ¡Gol! ¡Gol! ¡Gol! ¡Blair Miller marca el tercer gol de su equipo!
—Esta chica es una máquina de hacer goles.
—No sé cómo lo hace, pero esta chica tiene un gran futuro.
El árbitro pitó el final del partido y levanté las manos al cielo. No solo habíamos ganado, sino que pasábamos a cuartos y eso sí que era una victoria. Si me hubieran dicho hace un año que ahora estaría jugando este campeonato, habría pensado que el mundo se había vuelto loco.
Me acerqué al resto de las chicas e hicimos un corro para celebrar la victoria.
—¡Nos vamos a cuartos! ¡Nos vamos a cuartos!
Todas gritábamos emocionadas e incluso a alguna se le escapó alguna lágrima.
—¡Estas son mis chicas! —nos gritó la entrenadora—. ¡Eso sí que es jugar al fútbol!
—No es por presumir, pero somos increíbles —resaltó Taylor divertida—. Es más, deberían hacer algún monumento en nuestro honor.
—Serás exagerada —respondió la entrenadora divertida—. Venga, todas a la ducha.
Deshicimos el corro y nos dirigimos a los vestuarios.
—¿No estáis intrigadas por ver qué otros equipos pasan a la siguiente fase? —preguntó Maya.
—Mientras que no nos toque jugar contra el equipo de Carla, me da igual.
—¿Y eso por qué? —me preguntó Taylor.
—Porque ganemos o perdamos, va a intentar romperme algo —contesté tranquila—. Si al principio lo que le importaba era ganar el campeonato, ahora va a estar más interesada en lesionarme.
—No creo que tenga tanta maldad —dijo Maya intentando apaciguar la situación.
—Hace tres años, jugamos un partido amistoso contra un equipo de una división más baja para empezar a calentar para la pretemporada y eso. Pues al parecer, ese equipo era del que venía Carla y estuvo todo el partido dando patadas hasta que el entrenador la sacó. Terminaron dos chicas del otro equipo yendo a la enfermería.
—¿Tan agresiva es? Si parece una chica poco conflictiva.
—Las que parecen buenas, luego son las más malas. —Abrí la taquilla y saqué mi bolsa de deporte—. A veces la gente aparenta lo que no es y luego te llevas decepciones. Hay que saber elegir a los amigos. —Cerré la taquilla y vi que me estaban mirando—. ¿Qué? Es la verdad.
—Si no decimos que no, pero... —se calló al instante.
Me quedé mirando a Maya esperando algún tipo de respuesta.
—¿Vamos? —preguntó Taylor.
Maya asintió con la cabeza y la adelantó. Me quedé mirando a Taylor, pero tampoco dijo nada.
Salí del vestuario y agarré a Maya.
—¿Cuál es el problema, Maya? ¿Crees que me equivoco?
-No he dicho eso.
—¿Entonces? ¿Por qué no me dices lo que piensas?
—No es que piense algo diferente. Solo creo que no siempre vas a ser capaz de elegir bien a los amigos y a veces es bueno llevarse por la intuición. —La miré durante unos segundos y sonreí—. ¿Qué pasa? —Miré a Taylor y la volví a mirar.
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Miller vs McMullen (Edición 2022)
Teen FictionFamilia perfecta. Ciudad perfecta. Vida perfecta. ¿Cómo iba a saber ella que todo podía cambiar en un segundo? De sentirse en la cima del mundo, pasó a caida libre impactando con fuerza contra el suelo y, lo peor de todo, con él. Arrogante, insufr...