NARRA AARON
Finales de junio
Estaba tumbado en mi habitación mirando el techo sin saber muy bien qué más hacer. Las semanas pasaban y yo seguía aquí encerrado, esperando algo que sabía que no iba a llegar. ¿Cuánto tiempo más tendría que soportar? Lo único que hacía era entrenar y conducir.
Deseaba tanto que esto terminara y así poder volver a casa.
—Aaron, Marcus quiere vernos —me avisó Ronnie desde la puerta.
—¿Ahora? —pregunté y asintió con la cabeza—. Joder, está bien.
Me levanté de la cama y me puse las zapatillas antes de salir del cuarto y seguir a Ronnie por los pasillos hasta llegar a la sala. Todos estaban sentados alrededor de la mesa con un sobre delante.
—Por fin estamos todos —dijo Marcus mirándonos—. Ya podemos empezar.
Me senté en el sitio que se me había asignado y miré el sobre con intriga.
—No abráis los sobres todavía —dijo Ted a su lado.
—Gracias, Ted. —Marcus nos miró a todos y se puso serio—. Tenemos un trabajo importante dentro de unos meses y quiero que salga impecable.
—¿Qué tipo de trabajo? —preguntó uno.
—Hay que recoger un encargo.
—¿Drogas? —preguntó Ronnie.
—Así es. Un amigo mío necesita un favor y yo no dudo en ayudar a los míos.
Sus ojos se clavaron en los míos, pero no aparté la mirada. Sabía que cada uno de sus comentarios iba dirigido a mí.
—¿Y para qué es esto? —pregunté señalando el sobre.
—Cada uno tiene una función, Aaron.
Abrí el sobre ignorando la orden de Ted y saqué el papel que había dentro.
—¿Verdugo? ¿Qué narices es esto? —Tiré el sobre encima de la mesa y me levanté—. Yo no soy ningún asesino.
—Siéntate, Aaron —me advirtió Ted—. No querrás problemas.
—El que debería evitarlos eres tú, imbécil.
Marcus le puso una mano en el pecho y le miró fijamente.
—De esto me encargo yo. —Se levantó y se acercó a mí—. Aaron, Aaron, Aaron, ¿no te das cuenta? No estás en las mejores condiciones para elegir.
—No voy a matar a nadie, no soy como mi padre.
Me separé de él y me dirigí a la puerta.
—¿Y ella es como tu madre? —Me paré en seco y contuve la respiración—. No creas que por romper con ella todo ha terminado.
—Estoy aquí que es lo que querías, Marcus.
—Pero tienes que hacer lo que te ordene.
—¡No eres mi dueño! —grité enfurecido—. ¡Ni tú ni mi padre lo habéis sido nunca!
La sala se quedó en silencio. Sabía que cada día llevaba a Marcus a su límite y no aguantaría mucho tiempo sin castigarme.
—Salid todos, ahora.
Se levantaron uno a uno quedándose solo Ted.
—Eres un maldito...
—Tú también fuera, Ted —le ordenó.
—Pero yo...
—He dicho que fuera.
Le miró fijamente y este bajó la cabeza.
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Miller vs McMullen (Edición 2022)
Novela JuvenilFamilia perfecta. Ciudad perfecta. Vida perfecta. ¿Cómo iba a saber ella que todo podía cambiar en un segundo? De sentirse en la cima del mundo, pasó a caida libre impactando con fuerza contra el suelo y, lo peor de todo, con él. Arrogante, insufr...