Los zapatos negros brillaban tanto como el reflejo del sol de la mañana y los ojos de Magnus. Estaban perfectamente alineados con el pantalón de vestir que la mujer que le ayudaba, le había elegido para ese día.
- Supuse que por su sonrisa de hoy en el desayuno, le gustaría un traje mas alegre. Como esos que usaba antes. - Apretó el pañuelo en su cuello y llevó sus finas manos a los hombros de Magnus. - Extrañaba verte sonreír.
El traje de Magnus era de esos que causaban que las personas se dieran vuelta. Tenía las solapas y los detalles de los bolsillos en turquesa, mientras que el traje y el pantalón eran de un azul marino radiante. El pañuelo era rosa y con brillos y detalles en naranja, lo que combinaba con los mechones que llevaba en su cabello.
Muchos sabían en el ambiente de sus gustos excéntricos por la moda y los que caían entre sus sábanas, hombres y mujeres de cualquier edad y profesión. Nunca había sido elitista con sus gustos, siempre se había enamorado y cansado al rato de la gente que lo rodeaba. Todos eran tan fáciles de obtener que se aburría con facilidad, nada le duraba.
En una de sus temporadas, hacia salido con todos los que se dedicaban a la iluminación. Estaba obsesionado con ellos. Las malas lenguas decían que había estado con todos a la vez una noche húmeda de enero en el escenario. Cuando su padre se enteró lo había sacado de la obra y mandado a una de sus casas de Punta del Este. Donde claro, todo era peor allí, pero al menos nadie lo sabría. Los Bane eran de esa manera.
- Sabes que no te voy a contar nada. No insistas. - Dejo salir con una sonrisa de oreja a oreja, a lo que la mujer sonrío y eso hizo que ambos estallen en una sonrisa tan cómplice como mas se podía.
Si había alguien que conocía a Magnus de mas, era Chairman, su asistente y amiga de confianza de la familia. De pequeños él siempre le decía que era su mascota porque tenía que estarle atrás siempre. Picardías de niños de la alta sociedad. Pero ahora las cosas eran distintas y su relación era fuerte y segura. Eran cómplices.
- Al menos dígame el nombre del chico.. Para ponerlo en mis oraciones. - Magnus soltó una risa divertida y hasta extraña para sus propios oídos.
- Debes ser la única católica que reza por los homosexuales. - Ambos se miraron en complicidad y el esbelto bailarín susurro como secreto.- Alexander.
La mujer sonrió satisfecha, el nombre le había gustado y aunque no pareciera para muchos, los nombres eran importantes. Debían quedarse grabados en nuestras cabezas y retumbar hasta el corazón, donde allí quedarían marcados a fuego. Claro... Si era amor.
{ Hey! Gracias por estar del otro lado. Probablemente suba en el proximo capitulo el encuentro, pero por ahora quería torturarlos con un poco de historia de Magnus. Presentarles una pequeña modificación de la historia donde alguien que era un gatito ahora es una persona :O sorpresa! Estén atentxs, en un rato subire el capitulo cinco y serán ambos con canciones muy lindas de Amy y prepárense porque sera largo. Descansen esos ojos. Comenten si leen, es lindo leerlos. }
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Enseñame a vivir (P1)
FanfictionEsta es la primera parte de la trilogía "Enseñame" #EaV Estado: Terminado / Republicando / Editando Continúa en "Enséñame a sentir" ♥