12. Suplente y despedido

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Todo el equipo estaba en el escenario y también estaba Magnus, muchos lo miraban y hablaban por lo bajo. No mal claro, Magnus era el líder, el que todos admiraban y adoraban. Tal vez porque se había acostado con mas de la mitad, pero era mas que eso, los aconsejaba y cuidaba cuando andaban mal.

Muchas veces su padre se enojó por eso, solía llevarlos a su casa como si fueran perros de la calle que necesitaban cobijo. Así decía él y Magnus se reía y los hacía ladrar. Hasta ese entonces muchos ladraban cuando el señor Bane pasaba cerca y se escondían. Todo era una broma para Magnus.

El director de la obra era nuevo. No era el de siempre y eso puso nerviosos a todos. Muchos querían el papel de Magnus. Y claramente lo iban a obtener, el bailarín estrella no se había presentado para ningún papel en especial. Solo quería ser parte de la compañía como Alec le había dicho: "Esta vez solo esta ahí, la próxima serás la estrella." Y él creía en sus palabras.

Las audiciones comenzaron y todos bailaban y se movían de una forma espectacular. En especial la bailarina que no muchos querían por sus frases poco célebres con la prensa. Le decían la chupa sangre. Se había acostado con el padre de Magnus y el mismísimo Magnus para llegar a donde estaba. Pero Magnus la ignoraba completamente.

Camille Belcourt, claramente sería elegida parte del trío estrella. Magnus salió y bailó como pudo, como Alec le había enseñado. Todos sus amigos y amantes lo aplaudieron y él hizo reverencias. Cuando miro al director este ni siquiera anotó nada.

- ¿Quien quiere que le tome medidas? Seré el encargado de vestuario! - Todos soltaron una carcajada inmensa que resonó en todo el teatro, si algo tenía Magnus, era sentido del humor.

- SILENCIO. - Una voz resonó en todo el lugar, era el señor Bane. Su hijo hizo un gesto que no pudo ver mientras volvía a su lugar y todos se taparon la boca para que no se vea que se reían.- Te veo Magnus.

- No lo dudo padre.

Las audiciones siguieron hasta el final de la tarde y ya todos sabían su papel. Magnus aun no. Pero eso no le molestaba, estaba feliz de estar ahí con todos, de compartir con sus viejos amigos una tarde. Eran las cuatro ya y la mayoría se estaban yendo. Magnus se quedó en uno de los palcos tomando mate con dos bailarines que le comentaban todo el chusmerio que se había perdido. Bane mayor se acercó y los echo, estos se fueron sigilosos y con una mirada de disculpas que Magnus les contesto de igual manera. Su padre podía ser muy pedante a veces.

- Fui a ver al chico con el que te estas revolcando.

- No me estoy acostando con nadie. - El corazón de Magnus se detuvo.

- Tu chofer dice lo contrario, los vio besándose. - Ni siquiera lo miraba.

- Deberías dejar de amenazar a Elías, es un buen hombre. - Se cebó un mate y luego otro al que le ofreció a su padre. Este lo miro con desprecio. Él sabía que no tomaba, solo quería molestarlo, le divertía.

- Fui a verlo para echarlo. Siempre supe que lo querías por un capricho pero no pensé que serias tan idiota como para perder la oportunidad de entrar de nuevo en el círculo. Contrate a uno nuevo. Es mucho mejor y tiene experiencia en esto.

- Con qué derecho crees que podes venir a decirme esto. Estoy mucho mejor que antes, si me prestaras la mínima atención te darías cuenta.

Asmodeus lo miro y Magnus tembló. El no le hablaba así a su padre. Pero algo en su interior estaba a punto de quebrarse. No vería mas a Alexander.

- Van a encontrarse acá todos los días y vas a entrenar como corresponde. Van a ponerte de suplente del principal y para cuando estés mejor lo sacamos y te ponemos. Está todo arreglado, ya lo hable con el director. Deberías agradecerme todo lo que hago por vos en vez de faltarme el respeto.

- Perdón. Tenes razón.

- Siempre la tengo. Ahora ándate a casa y no quiero que pongas en peligro el trabajo de Elias pidiéndole que te lleve a ese lugar. No quiero que te veas mas con ese terapista. - El corazón de Magnus se congeló repentinamente. - ¿Queda claro o tengo que ser más drástico?

- Me quedó clarísimo.

- Perfecto. No me esperes para cenar. Tengo que seguir arreglando tus cosas con cenas insoportables de negocios... - Dejó una mano en el hombro de Magnus y se fue.

Las piernas de Magnus se subieron hasta el asiento donde las envolvió con sus brazos, apoyando su rostro entre sus rodillas. Pensar que ni siquiera podía hacer eso antes de conocer a Alec. Pero su padre no veía esas cosas. Solo veía lo demás. Miro su celular. Se preguntaba cómo había sido la reunión de su padre con Alec. Si lo había tratado mal, como estaba Alec ahora. Después de todo lo que se dijeron, ¿Y si ya no quería verlo mas?

Su respiración se agitó y sintió la horrible necesidad de estar en sus brazos. Pensó en lo que su padre le había dicho, tal vez Alec si era una distracción, en especial ahora que se habían besado, ahora que sabía que su Alexander quería estar con él tanto como él lo quería. La idea le carcomía el cerebro. Necesitaba a Alec mas que al baile y él era bailarín. Se estaba perdiendo en el. Estar separados un tiempo les haría bien, tal vez habían ido muy rápido.. La idea lo hizo estremecer y enseguida le mando un mensaje a Alec.

"¿Cenamos?" Pero el nunca le respondió. Ni siquiera aparecía en línea ni nada. Como si hubiera borrado la aplicación. Así que le mandó un mensaje: "¿Nos vemos para cenar? Hablemos."

Pero tampoco le respondió.

Enseñame a vivir (P1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora