Amor Inconsciente... (Kakasaku)

Capitulo 8: El jutsu...

Sin poder hacer nada, tras ver al Soldado, ambos ninjas decidieron regresar a la aldea, a derrotar finalmente a los bandidos restantes. Al llegar a la calle principal, encontraron a todos los guardias en el suelo, y en medio del camino, un ninja dandoles la espalda, el cual se volteó lentamente y Kakashi logró percatarse de que éste estaba haciendo un genjutsu hipnótico.

-¡¡NO LO MIRES!!! - Gritó desesperadamente, cubriendo los ojos de la chica, quien lo había mirado por menos de medio segundo, y volteandola le añadió - Quedate asi, yo me encargare de él.

Con su Sharingan aúndescubierto, Kakashi se enfrentó al ninja hipnotizador, quien parecía ser solo un clon del original, ya que éste se debía estar escondiendo en algún lugar. Sin mucho esfuerzo, se deshizo de él, pero como sospechó, solo era una copia, no el original y más de seguto solo había escapado ya que todos sus compañeros habían sido derrotados.

-¿Estas bien? - Preguntó con un tono preocupado el ninja copiador.

-Ha-hai... - asintió Sakura, que a pesar de sentir algo raro, solo lo ignoró, para no preocuparlo.

Tras unas cuantas horas, Sakura y Kakashi pudiero  traer de vuelta a todos los afectados por el genjutsu, y luego ella se dedicó a curar a los heridos, y debido a todos sus esfuerzos, la kunoichi se desplomó, tras haber utilizado casi todo su chakra, siendo Kakashi correriendo hacia ella, lo último que vio antes de quedar inconsciente.

Ya eran las 5 de la tarde del día siguiente cuando la pelirosa despertó en una camilla. Y junto a ella tomando su mano, estaba su sensei, dormido, con su cabeza recostada al lado de las piernas de la chica.

-Se-n-se-i - dijo la ojijade despertando al Hatake quien al abrir sus ojos la miró con una sonrisa.

-Baaaka, nunca más hagas eso, casi me matas del susto niña! - Dijo con un tono aliviado el hombre - Piensa antes de utilizar demasiado tu chakra, casi mueres por eso, y yo casi muero también.

-Gomen... - se disculpó con una sonrisa y un tono que indicaba que no estaba nada arrepentida de lo que había hecho. El peliplateado solo sacudió su cabeza y al mirarla, ella le regaló otras de sus hermosas sonrisa.

Parandose de su silla, se acercó delicadamente a la cabeza de la ojijade para besar su frente por unos segundos.

-Te traeré algo de comer - dijo saliendo de la habitación, dejando sonrojada a la pelirosa.

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Tras la recuperación de Sakura, los shinobis ya estaban listos para dejar la aldea. El colonizador, muy agradecido, declaró que siempre estarían en deuda con Konoha, y si había algo que necesitaran, que no dudaran en pedirlo, pues habían salvado a mucha gente y todo el hierro. De igual forma, para demostrar su agradecimiento, les regalo un caballo, ya que era un viaje de dos días y el animal les "ayudaría a llegar más rápido", no había mucho de cierto en ello, pero no podían rechazar al equino.

Como solo era uno, ambos ninjas tubieron de cabalgar en él. Sakura subió primero, dejando espacio suficiente para que el peliplata se sentara tras ella. Los guardias los despidieron en la entrada de la aldea, y estos emprendieron su viaje de regreso.

La pelirosa parecía un tomate de lo roja que estaba. Por otro lado Kakashi debajo de su mascara escondía el potente rubor que sus mejillas llevaban. Durante 5 horas de cabalgata, aunque los nervios ya habían cesado, ninguno de los dos dijo ni una palabra. Kakashi detuvo el caballo, cerca de un río, para que éste bebiera agua, y ellos pudieran estirar un poco las piernas y almorzar.

Esta vez comieron lo que la obaasan que los llevó a la habitación preparó para ellos antes de irse. Eran unos 20 onigiri (bolas de arroz), muy bien hechos, y que además estaban deliciosos. Descansaron ahí una hora y cuando esta concluyó, retomaron su viaje.

Después de unas 5 horas más, ya estaba muy oscuro, y acamparon entre unos arbustos a un costado del camino. Cenaron los onigiri que les quedaban, para luego dormir unas horas, Kakashi nuevamente olvido una tienda, por lo que utilizaron el mismo metodo de la vez anterior. Pero ahora, aunque morian de nervios, ambos cayeron rápidamente dormidos.

Unas horas habían pasado cuando Kakashi se despierta tras escuchar a la pelirosa quejarse sin parar, volteó, y al verla, esta estaba sudando. "Está teniendo una pesadilla" dedujo el peliplata, por lo que la sacudió, tomando sus hombros, incrementando un poco la fuerza, tras ver que no despertaba. Repetía su nombre una y otra vez, sin tener exito.

-¡Sakura!¡ Sakura! Despierta - decía el hombre casi gritando - ¡SAKURA! -dijo finalmente, alzando la voz, y la chica despertó.

-¿Estas bien? - Preguntó sin obtener respuesta alguna de la pelirosa que tenía sus ojos abiertos, más grandes de lo normal, con la mirada perdida, y con un poco de miedo. Kakashi la abrazó con todas sus fuerzas, y sin más, ella nuevamente cayó profundamente dormida.

Con la chica en sus brazos, Kakashi no pegó el ojo en toda la noche, preocupado de que se pudiera repetir lo sucedido, pero no fue el caso. Ya eran las 9 de la mañana aproximadamente cuando Sakura abrió sus ojos lentamente, ojos los cuales lo primero que vieron fue a un Kakashi que la tenía entre sus brazos, el cual estaba dormido, con su cabeza caída, cosa que hacía que sus rostros estuvieran bastante cerca, lo que provocó que sus mejillas se roborizaran. Sin entender lo que había pasado, la chica solo intentó levantar la cabeza de su ex-sensei, ya que parecía estar muy incomodo, y susurrando su nombre, intentó despertarlo.

-Kakashi...Kakashi.... - Repetía una dulce voz, hasta que finalmente éste abrió los ojos, para toparse con esos hermosos luceros color jade que lo miraban atentamente, mientras unas delicadas manos sostenían su rostro enmascarado.

-¿Estas bien? - Preguntó el peliplateado con preocupación.

-Uhm? Uhm... - asintió la chica, sin comprender lo que pasaba.

Luego de un rato el mayor le explicó todo a la chica, la cual no recordaba nada, tanto del sueño como de cuando se despertó y él la abrazó. Kakashi quedó con una extraña sensación, pero en esos momentos no había nada que él pudiera hacer, ya que no sabía la causa. "Tal vez haya sido solo una simple pesadilla" pensó intentando buscarle una explicación, con la cual no quedó cien por ciento conforme.

Luego de desayunar unas barras de proteina y bebidas energéticas que esta vez Sakura había traído, siguieron cabalgando en hacia su aldea, ya que solo les quedaban unas cuantas horas para llegar.

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