Capítulo 19: Problemas Inesperados.

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El chico, se dirigía a la puerta y Giovanna bajaba las escaleras corriendo. Metió las llaves en la puerta y está se abrió. Un momento...

¿¡¡POR QUÉ TIENE LAS LLAVES DE LA CASA DE LA ABUELA DE GIOVANNA!!?

Cuando este entró y vió a Giovanna se asustó. Así que giró sobre si mismo  y cogió un paraguas antiguo del paragüero. Lo puso señalando hacia su dirección, desafiante.
Giovanna alzó las manos en son de paz.
–¿QUIÉN ERES? –preguntaba el muchacho asustado.
–Giovanna.
–A mí me importa una mierda como te llames. Dime quien eres. Identifícate. O llamo a la policía.
–Yo, esto... Soy la nieta de Maddison. Una ancianita que vivía en esta casa.
–Sí, pero no tienes el permiso de esta propiedad.
–Tranquilo, es mi abuela ¿sabes? Vivía con ella. Así que también es mía.
–Pues ve al ayuntamiento y se lo cuentas a ellos. Con suerte, te llevarán a un centro de menores.
–¿¡Perdona!? Menor ¿yo? JAJAJA–Giovanna no podía parar de reír sarcásticamente.
El chico la miró de arriba a abajo. De repente, su móvil empezó a sonar.
–Debo cogerlo un segundo.

׿Qué quieres tío?
~Ya voy para ya, para ayudarte a recoger.
×Vale tío, aquí tenemos a una chica.
–¡¡¡EEEEHH!!! CORRIJO DOS. –Chillaba Giovanna para que el chico que hablaba con este se enterara.
~Ya voy para allá, espérame hermano.

Acabaron la conversación telefónica y el chico la volvió a mirar de arriba abajo.
–¿He pasado el escaneo?–decía Giovanna con un tono sarcástico.
El muchacho la miró de reojo.
–Díselo a la policía.
–No, porque tengo el derecho de quedarme en MI casa.
El chico se acercó a Giovanna y la cogió de la cara con fuerza.
–BASTA–Chillaba el chico.–Ya lo he dicho, no se de qué Giovanna me hablas. Maddison nunca me habló de ti.
*PARA PARA ¿CÓMO CONOCÍA A MI ABUELA? –pensaba Giovanna con estraño.
–¿Cómo conoces a mi abuela y por qué sabes que esta es su casa? Aparte yo soy su nieta, pregúntale. Está en el hospital en urgencias.
–Pues porque yo era su cuidador cuándo su nieta se fue a un orfanato. Espera espera, ¿Tú eres su nieta?
–SÍ, llevo diciéndotelo un buen rato.
–No lo había oído, jeje.
*Aparte de malote y guapo, es sordo. Giovanna concéntrate–pensaba esta.
–Ah bueno y lo de tu abuela... No sé cómo decírtelo... Esto...
–¡¡¡VE AL GRANO!!!–insistía Giovanna nerviosa.
–Ha muerto y esta casa van a destruirla.
Giovanna no dijo nada, sólo subió a su habitación y se tiró de plancha a su cama. Giovanna notaba cómo las lágrimas caían de sus mejillas, notaba cómo su mundo se había caído de repente, como todo se había acabado para ella.

 Giovanna notaba cómo las lágrimas caían de sus mejillas, notaba cómo su mundo se había caído de repente, como todo se había acabado para ella

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Y por si fuera poco, ya no tendrían dónde vivir. Estaban perdidas.
*¿Porqué, porqué tendría que haber escapado del orfanato por qué?–pensaba mientras lloraba desconsoladamente.

De repente el chico entró en la habitación y se acercó a ella.
–Yo... Lo-lo siento. Siento el no haberte escuchado antes y el desconfiar de ti. Y también lo de tu abuela.
Giovanna lo miró y le dedicó una sonrisa tímida.
–Esto... ¿Puedo ayudarte en algo?–Decía el chico encogiendose de hombros.
De repente ese chico malote que entró por la puerta se convirtió en un angelito pacífico.
–Bueno yo... Soy Toni.
–Encantada–decía Giovanna moqueando.
–Bueno, vamos abajo y vamos a buscar una solución para todo esto.

Giovanna se levantó de la cama y bajó las escaleras hasta el salón. Ambos se sentaron en el sofá.
–Bueno dime, ¿cómo has llegado hasta aquí?
–Bueno pues...
Giovanna le empezó a contar la historia intentando dar detalles, pero no muchos e innecesarios.
                               ***
Cuando terminó de contarle todo, llegó Noah, con pelos de loca.
–Gio...tengo hambre ¿qué hay para cenar?
De repente vió a Giovanna con Toni y esta se sacudió los ojos.
–UN MOMENTO, ¿QUIÉN ES ESE?
Noah se puso en frente de ellos y al ver que Giovanna tenía los ojos hinchados de haber llorado, cogió a Toni de la camiseta y lo miró desafiante.
–¡¡QUÉ LE HAS HECHO A MI AMIGA!!–Chillaba Noah dirigiendo su puño hacia arriba para pegarle a Toni.
–¡¡¡¡¡¡¡ALTO!!!!!!!–Chillaba Giovanna mientras cogía el puño de su amiga.
Noah la miró sin comprender nada y le soltó.
–¿Se puede saber qué haces?–Decía Toni mirándola con cara de asco.
–No me ha hecho nada Noah, simplemente me ha ayudado. Mi abuela a muerto y él la cuidaba. Sólo eso.

Noah se lanzó a abrazarla, ya que sabía lo importante que era para ella su abuela.
–Lo siento. Pero este que tiene que ver con que la cuidara y todo eso.
Giovanna le contó la historia y que ahora no tendrían un techo en el cual dormir.
Cuando Giovanna acabó su relato, entró alguien en la casa.
–HERMANO ¿DÓNDE ESTÁS?–dijo de repente una voz desconocida.
–Aquí.

Y la persona misteriosa era...

¡¿MARCUS?!

Él mismo se asombró de verlas a las dos con Toni.
–¿Las conoces?
–Pues sí... –decía Marcus con una sonrisa de oreja a oreja.
–¿Necesitas ayuda Noah? –Decía riendo.
Está vez Noah miró a Giovanna.
–Pues la verdad es que sí...
–Dime, ¿qué te pasa imbécil?
–Necesitamos un lugar dónde dormir. ¿Conoces dónde pueden acogernos?
–Sí, pero yo sólo se lugar para una de vosotras.
–Bueno, entonces... No sé.
–Mi casa es ese lugar. –Soltó este con una sonrisa.
–Yo puedo acoger a la otra durante un tiempo. –Decía honestamente Toni.
Noah miró a Giovanna y esta asintió.
–Vale, pues gracias a ambos. ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Cómo?
–Relax, doña preguntitas estúpidas.–Decía Giovanna intentando sonreír.
–Pues... Mañana aquí, a las 9 e iremos en nuestros respectivos coches.
–De acuerdo. –Decía Giovanna con una sonrisa.–Muchísimas gracias.
–Eso sí, debéis ayudarme con el papeleo para que destruyan esta casa.
–QUE SÍ, que mamón–decía Noah dándose en la frente.
Toni, la miró de reojo y empezó a reír. Giovanna con las tonterías y el cansancio se había quedado dormida en el sofá. Noah fue a acompañar a Marcus a la puerta y a Toni. Pero mientras Noah lo acompañaba a la puerta, Toni le dió un beso a Giovanna en la frente.
–Espero qué te pongas mejor pequeña. –Susurraba este mientras la miraba y acariciaba su mejilla.
–¡¡¡VAMOS TONI!!!–Decía Marcus riendo.
–Adiós chicos, hasta mañana.

Ambos se despidieron moviendo la mano. Cuando la puerta estaba cerrada, Marcus subió en el coche de Toni.
–Te mola esa tal Noah, ¿verdad compadre?
–Yo... Esto... No–decía tímidamente.
Toni negaba con la cabeza.
–Y a ti esa Giovanna.
–No JAJAJA
–Te conozco Toni.
–Y yo a ti–decía este guiñándole un ojo.
–Joá, compadre JAJA serás...
–Listo, lo sé. –Decía Toni alegremente.
Marcus le dió un porrazo en la espalda y ambos empezaron a reír.

Mientras tanto, en la casa de Maddison...
Noah, le llevó una manta a Giovanna se la echó por encima, apagó las luces y se fue a dormir.

Nota de la autora:Hola mis pequeños lectores, ¿Qué os pareció el capítulo de hoy? ¿Os lo esperabais? Espero que no jeje

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Nota de la autora:
Hola mis pequeños lectores, ¿Qué os pareció el capítulo de hoy? ¿Os lo esperabais? Espero que no jeje.
Espero que ameis la novela tanto como yo. Y ya empieza a ponerse interesante ehhh😉
No olvides compartir, comentar (soy super feliz cuando lo hacéis y no me como a nadie jeje) y darle a la estrellita, para que llegue a mucha gente más la novela.
Muchas gracias 💓

Manonimo16 💁💕

Cuerdas mal sonantes 💔  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora