Capitulo 12.-

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*Les dejare el link de la canción aquí arriba por si quieren escucharla*


Entre junto a ellos a un nuevo club y tras estar varios minutos salimos, el siguiente fue un bar que reconocí y al entrar el sentimiento de dejavu fue grande, sobre todo porque aunque estaba remodelado la mayoría de este lugar seguía igual. Estaba lleno y la música era en vivo como recordaba.


*1968 Nueva Orleans*

La música resonaba en la pared, y yo sonreí al empezar a caminar donde lo había visto desaparecer.

*Cariño vamos a hacer que esto ocurra.

Toma el mundo en un abrazo amoroso.

Dispara todas tus armas a la vez y explota en el espacio.*

Le sonreí al guardia mientras entraba en su cabeza un segundo después entre en el cuarto. El lugar apestaba a cigarros y aunque era un lugar cerrado la música aun sonaba. Había alrededor de quince hombres todos en traje. Pero solo vi a uno.

*Nosotros hemos nacido, nacido para ser salvajes.

Podemos escalar tan alto.

No quiero morir nunca.

Nacido para ser salvaje*

Todos cantaron afuera y yo me acerque mientras le sonreía. El dejo a un lado las cartas y alzo una ceja. Saco el puro de su boca y me hizo sentar a su lado sin decir más. La gente afuera seguía gritando y el tipo frente a mi comenzó a ahogarse cuando me metí en su mente. El idiota alado de mi trato de levantarse pero me pare antes que el, tome su garganta y antes de que los otros pudieran moverse la arranque de su cuello.

Me gire un segundo para ver a los demás con las armas en su mano. Antes de que pudieran disparar desaparecí.


Mi mente regreso al mismo lugar, lleve la mirada a la puerta que antes había cruzado. Pero ahora podía notar que de ahí era donde guardaban las bebidas. No era un buen recuerdo. Eran solo unas cuantas décadas pero no me gustaba recordar que tan cruel había sido, incluso aunque ellos lo merecieran.

Muchos pensaban que aun lo era ahora. Pero ahora solo me dedicaba a dispararles un tiro en la cabeza... o simplemente enterrarles mi espada. Los días de arrancar gargantas, tirar a cocodrilos y torturar ya no me llenaban.

Me senté frente a Samyaza y Asael habíamos subido al segundo piso que estaba frente a la puerta y que me daba una buena vista por si entraba. Aun podía ver a los tipos abajo tocando. Una chica se acerco luego y deje que ellos pidieran por mí, mientras repasaba una y otra vez el lugar.

El lugar parecía una tipo terraza pero aun estábamos adentro del bar y me gusto. Antes había sido solo un piso y era el centro de la mafia, esperaba siguiera así. Terminaron la canción y yo me tome mi trago mientras esperaba por otra.

-¿En qué piensas?- Asael me dedico una mirada mientras Samyaza veía a una rubia.

-Cada vez me convenzo más que no seré buena como una de los siete.

-Tus padres lo eran- el se encogió.

-Ellos hicieron que funcionara antes, ahora es diferente. Necesitas ser cruel. Este lugar me trae recuerdos y ahora me veo y en verdad soy mucho más... débil. No puedo ni imaginar arrancarle las alas a un ángel.

Eso hizo que Samyaza se girara y también me viera, alzo su vaso.

-Eso es lo que te hace perfecta.- Llevo el vaso a sus labios y bebió.

Sálvame: 31 días (Justin Bieber y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora