Sálvame: 31 días (Justin Bieber y Tu)

Capitulo 25.-

Decir que me quería apartar era incluso para mí una gran mentir, mi mente lo gritaba pero no quería obedecer. Podía engañarme, era buena haciéndolo pero ahora no era lo que quería. Cuando sus manos bajaron a mi cintura y se pego a mi cuerpo por completo lleve mis manos a su espalda. Otro hombre más... no era nada. Mis labios se abrieron aceptando aun más su beso.

Aunque intente que fuera algo normal y sin importancia. Solo un beso con cualquier hombre sin nombre ni cara, era imposible. Eran pocos días, era nada a comparación de los años que había vivido pero era el tiempo suficiente para que sintiera que estaba haciendo algo mal... bastante mal. Apreté mis manos en su espalda y su olor me rodeo, era su perfume que de alguna manera ya se había hecho familiar para mí. Esta vez no había olor a cigarros o alcohol en el fondo, ese fue el último empuje que necesite para alejarme de Justin.
Abrí los ojos y el silencio cayo unos segundos hasta que la rabia me lleno ¿Qué mierda pensaba? Estaba mal en tantos sentidos... estaba engañando, estaba rompiendo la reglas y estaba jodiendo su vida de paso.
Quería gritarle pero el gesto en su cara era de tanta confusión como la mía, la ira se fue en un segundo tal como apareció y el nudo en mi garganta creció. Esto estaba mal, porque había sentido más de lo que debía, había caído aun cuando me era fácil alejarme de otros hombres. Con el no había sido sencillo, y eso hizo que mis bellos se erizaran. No había durado tanto no había sido tanto tiempo... pero lo era para mí porque siempre había podido controlarme, o al menos cuando no estaba tan necesitada, ahora no lo estaba.
Solo había caído por idiota y tenía que alejarme o lo besaría de nuevo. Y no iba a poder con el remordimiento después, porque por primera vez me sentía bien el tocar a alguien, después de tantos años se sentía lo suficientemente bien como para querer regresar no solo por rutina sino por gusto.

-Lo siento.- Intento tomar mi mano pero yo negué y salí del lugar, cuando él lo hizo y estuve segura que había cerrado hice fallar las cámaras y solo nos hice visibles hasta estar segura que todo estaba bien. Camine lo suficientemente rápido para alejarme de él y cuando lleguemos a la salida  el aun estaba atrás de mi, pero no lo suficiente, Tom me dedico una mirada y comenzó a acercarse para hablarme pero me aleje.

Tenía que irme ya.

Justin (POV)

Apenas llegue a tiempo de ver como ella giraba en una esquina, Tom se puso a mi lado.

-¿la seguimos?

No necesitaba entender mucho para ver lo que había pasado, la poca luz que había entrado en el pequeño pasillo me había dejado ver la indecisión cuando se separo. Después la ira y al final el remordimiento. Me había dicho más de lo que esperaba que ella contara después de verla siempre con esa mascara. Y ahora lucia tan vulnerable que hacía que quisiera seguirla... pero no lo haría. La atracción que sentía por ella abría hecho que despidiera a cualquier otra en su lugar. Pero a ella no podía despedirla... no aun, porque ahora confiaba mas en ella, las dudas había rondado cada día por mi cabeza desde que la conocí y aunque podía sentir el peligro de mantenerla cerca, no quería que se alejara... porque me hacía sentir bien.

-Solo déjala un rato sola, espero sepa cuidarse.

Tom asintió pero note su mirada molesta, abrió la puerta del carro, subí y espere por que el arrancara para que empezara a preguntar dónde me había metido, le respondí con mentiras pero no puse la suficiente atención porque aun tenía en mente a ______.

_______ (POV)

Cuando había estado lo suficientemente lejos y en un lugar solitario había solo desaparecido, mis alas aparecieron y apreté mis hombros mientras me estremecía, hacia frio pero no era por eso por lo que temblaba. Extendí las alas y me eleve mientras veía que una tormenta se acercaba.
Tenía que ir con él. Volé dúrate un rato hasta que decidí simplemente aparecer en el lugar, toque el pasto y sentí la nueva ropa a mi alrededor. El vestido se movió con el viento y ahora el sol me cegaba contrastando con la tormenta que había dejado apenas hace unos segundos, empecé a moverme entre el pasto mientras escuchaba el agua a lo lejos. Mi mirada se alzo hacia la casa a lo lejos, era grande y hermosa. Ahí había crecido. Pero no me había acercado... ya no lo hacía, lo más cerca que llegaba era hasta aquí.
Mi mirada cayó en el suelo, había rosas, no eran como las normales eran bastante grandes y los colores aun más vivos, en el centro un árbol enorme estaba y ahí solo me deje caer, a un lado un poco separado estaban otros dos. Pero a diferencia de este no estaba rodeado de rosas. Eran solo dos árboles lo suficientemente viejos para ser enormes, esto se entrelazaban en varias ramas y mis ojos ardieron. Ahí estaban mis padres y donde yo estaba, estaba Asaph.