Sálvame: 31 días (Justin Bieber y Tu)

Capitulo 17.-

Sonreí débilmente, había sido el peor momento, o el inicio... y él había sido unos de los que me había ayudado un poco. Era sin duda uno de los mejores hombres que había conocido. Y aun así no me había enamorado ni un poco de él.

(India 1723)

Hacía un calor insoportable en ese lugar y cuando estuve consiente me levante de golpe. Pero no era una de las típicas tiendas donde me había despertado antes, rodeada de otros heridos. Estaba en una tienda. Bastante grande. Me gire para poner mis piernas en el suelo. Mi garganta estaba seca y cuando vi el agua a un lado la tome. Olí un poco y supe que no tenía veneno ni nada. No sabía con quien estaba, así que no pensaba confiar. Pero di un trago.

-Despertaste muy rápido.- pare de beber y lo mire. Su voz era ronca y lo reconocí. El estaba frente a mí y vi que aun tenía su armadura.

-¿Cuánto tiempo estuve así?- mi garganta ardió y el noto el dolor así que asintió hacia el agua para que siguiera tomando.

-Apenas una hora- Eso había sido mucho tiempo, pero note que apenas habíamos entrado en la tienda. Cuando termine el agua vi que a diferencia de él que aun mantenía la armadura, yo ya no. La ropa estaba manchada sangre donde me había herido pero mi piel no tenía ya un rasguño.

-¿Qué hace una mujer luchando?

Yo rodee los ojos. Algo que odiaba de estar con los humanos es que los hombres creían ser superiores a las mujeres... él era igual.

Cuando noto que no respondería se acero más y alce la mirada para verle.

-¿Qué edad tienes?

-¿Qué edad tienes tu?

El sonrió y note que era guapo... bastante. A pesar de ese corte horrible que muchos llevaban y a pesar de ese bigote.

-Tengo 23 años

Eso no me sorprendió, lo que lo hizo fue ver que lucía mucho más varonil que otros a pesar de ser joven.

Yo lucia de 20 años quizá, pero no pensaba decirle mi real edad. Cuando mire alrededor de la tienda supe que era alguien importante. Mi curiosidad no pudo y es que ahora al tener todos mis sentidos alertas, notaba que el aun parecía bastante bueno para estar en la guerra. Lo mire fijamente mientras notaba la pureza. Había matado, no debería ser así. Espere por sus preguntas porque me había enterrado un arma y ahora ya no había herida.

-Soy Bajirao, el se inclino y yo espere.

-¿Qué haces en la guerra?

Su ceño se frunció.

-¿No conoces al Peshwa?

No... porque no vivo aquí, respondí solo en mi cabeza. El peshwa era como la mano derecha del emperador. Por eso tenía este lugar, pero aun así era muy joven para tener ese puesto.

-Y soy el general. No te había visto antes.

-¿No eres muy joven para eso?- Trate de desviar la conversación ya que como general obviamente conocería a sus soldados. Sobre todo si esta era mujer.

-¿Y tú?- el cambio de tema y deje salir un respiro mientras me encogía de hombros.- Salvaste mi vida. Pensé que eras un infiltrado, lo siento por herirte.

-No importa.

-Lo hace- el dejo su espada a un lado y camino hasta sentarse a mi lado, sus manos tocaron mis hombros antes de que bajaran y alzara mi ropa. El no vio ninguna herida. El lugar estaba lleno de silencio a excepción del exterior, escuchaba a varios hombre ir y venir.- ¿Qué eres?- El bajo la ropa y me miro, sus ojos eran oscuros como su piel y eso solo lo hacía más guapo.