Sálvame: 31 días (Justin Bieber y Tu)

Capitulo 26.-

-¿Por qué no estás con la persona que te asignamos?

Mi ceño se frunció mientras meditaba como decirlo.

-Porque he decidido- su mirada estaba fija en mí y mentiría si decía que no le tenía respeto.- …dejarlo.

Espere por una explosión o gritos pero el solo se quedo en silencio.

-¿Qué paso?

No le diría que lo había besado, sin duda eso si haría que gritara.

-No confía… lo he intentado. De verdad- encontré su mirada- no estoy mintiendo lo he estado intentando Pero él no quiere ayuda.
-Todos quieren ayuda.- Su calma me estaba poniendo de nervios. Pero no podía negar que era verdad lo que decía, incluso yo lo aceptaba.
-¿Y qué debo hacer? Es famoso eso vuelve el trabajo aun más duro.
-Dime que paso… parecía ir bien.
-¿Y cómo lo sabes? No paso más que unas horas con él y en ese tiempo estoy con el teléfono en la mano.
-Rahab no es el único que puede ver coma vas con esto. Ellos pueden pasarte todas tus inmadureces… pero realmente deberías pensarlo mejor antes de dejarlo.
-¿Me estas amenazando?- realmente no lo toleraba.
-Te estoy diciendo que no me interesa lo que digan los demás, si te sales de esto hare todo porque te den a alguien más, y a otro más si lo vuelves a joder… hasta que aceptes lo que eres.
-Bien idiota, me beso. Sabes que si me lo follo tu y todos los demás harán una tormenta de eso.

Su mano fue a su barba y la tallo exasperado.

-¿De verdad no crees que hay algo más que sexo en el mundo?

Yo rodee los ojos y cruce mis brazos.

-Lo hay… hay amor, al menos entre los ángeles, porque sabemos cómo son los humanos y su amor que con suerte dura más de un año. Pero yo… yo ya no lo tengo. Así que ambos sabemos que es lo único que queda.
-¿Y la compasión?
-¿Porque me pides que tenga compasión si cuando la tenia me gritaban y regañaban? decían que alteraba el curso de su futuro. Tienen que sufrir.
-Si no sabes su futuro no puedes alterarlo. Deberías dedicarte a eso. Adimus prefiere perder su tiempo entrenando para protegernos, tú deberías hacer algo más, que no sea solo para ti.

Parecía que no lo recordaba todo.

-Creo que he ayudado lo suficiente…
-Nunca es suficiente.

Pase una mano por mi cabello tratando de tranquilizarme.

-¿Si lo hago me dejaras alejarme de esto? No puedo ayudarlo, quiero hacerlo pero no puedo. Aun hay tiempo, puedes enviar a alguien mejor… alguien que lo ayude.
-No.

Cada vez estaba más acorralada.

-Lo hablare con Rahab entonces.
-Rahab no manda en todo, soy uno de los siete. Tienes que hacer lo que te ordeno.

Me gire mientras sentía el rencor crecer, no entendía porque le molestaba tanto. Pare antes de llegar a la puerta hable.

-Si pierdes a ese hombre porque yo no lo hago bien, quiero que sepas que no estará solo en mi conciencia… también en la tuya.- Seguí caminando pero el hablo.
-Rahab a estado cansado- quise dejarlo hablando solo pero me detuve- vi que algunos de sus recuerdos vuelven, si necesitas ayuda con eso yo puedo ayudarte.

Yo me reí y tuve que contenerme para no enseñarle el dedo medio.

-Lo hare sola de ahora en adelante.- La puerta se abrió y salí lo más rápido que pude.

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Cuando regrese no fui directo al hotel, estaba lejos pera ya era bástate tarde un poco mas de retraso no haría nada, el simple pantalón era mucho mas cómodo que el vestido que se había esfumado así como había aparecido. Apreté la chamarra a mí alrededor mientras empezaba a caminar, saque el teléfono del bolso para ver la hora, había varias llamadas y mensajes perdidos. Varias eran de la agenda de Justin pera había unas de Tom.
Eran cerca de las 10 y aunque sabía que lo mejor era aparecer rápido en el hotel, no quería hacerlo, todavía necesitaba un respiro más.
El lugar empezó a tornarse con más gente y pronto estuve frente a un club, podía entrar. Pero si quiera para eso tenía fuerza, seguí hasta que las calles volvieron a estar desiertas, estaba caminando hacia el lugar correcto para llegar al hotel pero no creí que me llevaría más de una hora. El teléfono vibro y lo ignore, vibro unos minutos después y lo apague. Apenas unos pasos más un llanto se escucho.
Me pare de golpe y sentí mi piel erizarse, no era ningún llanto normal, era un bebe. Me gire en mi lugar esperando por algo. Pero todo seguía en silencio a excepción del llanto, espera un minuto antes de dar un paso vacilante. Di otro mas esperando por algo… quizá era una trampa, pero cuando nadie salió di los últimos pasos. No sentí a nadie cerca y cuando me agache un bebe estaba ahí. Rodé los ojos dando una mirada al cielo.