Capítulo 14

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Salí del Salón de reuniones más molesta que un demonio con el periodo. Sentía tanta rabia e impotencia por no poder desahogarme golpeando a alguien. Esto era injusto, porque si fuimos cuatro sólo pagaba yo, tal vez me lo merezco porque la idea fue mía.

- ¿Qué le hice a tu madre? - lo que intente que fuera una queja, pareció más una pregunta.

Todos se pusieron de pie al verme salir, Mike me miró sin entender.

- ¿Qué pasó? - Marianna era quien preguntaba- ¿qué te dijeron?

- Vayámonos - la tome del brazo - no tengo mucho tiempo.

Le dí una mirada de muerte a Mike, mientras me alejaba con Marianna. Alcance a ver como iba a seguirnos, pero Owen lo detuvo.

- ¿cómo es eso de que no tienes tiempo?

- sólo lo dije para deshacerme de Mike y sólo tengo media hora contigo.

- ¿porqué? ¿Qué sucedió? - se notaba la preocupación en su voz.

- sabes que ya estaba sentenciada- hice una pausa mientras abría la puerta de la cabaña - Sabes que no podía intentar escapar otra vez.

- Te vas a ir!! - grito desesperada - si te vas, me voy contigo! - continuó hablando eufórica - es más, iré a hablar con esa bola de estúpidos de los superiores, no tienen derecho! - dio media vuelta sobre sus talones y se detuvo al escucharme reír.

Su actitud ante esta situación me pareció un poco graciosa. Ella se entraba en modo madre protectora y no le importaba insultar hasta a el ser más respetado de la tierra, excepto a su madre esa mujer es un caso aparte.

- De qué te ríes? - me miró sin entender y luego entre cerró los ojos.

- no me iré del campamento - soltó un suspiro de alivió - y de verdad te irías conmigo, si me expulsan? - ella asintió- eres la mejor amiga del mundo.

- ya cállate estúpida - me abrazo y luego me dio mi espacio - dime que paso?

- la verdad es que no sé, que le he hecho a Melisa, porque todo fue por ella, incluso Lucas el antiguo superior me la iba a dejar pasar.

- Puedes explicarme mejor? - me miro como si estuviera analizando todo lo que yo decía.

- bueno cada vez que, Harnett o Ellen me defendían o decían algo positivo, ella les llevaba la contraria, por ejemplo Ellen decía que yo había logrado encerrar a todos los nonins que nos atacaron la otra noche y ella respondía con cosas como: "esa era su responsabilidad como líder", también dijo "y no lo hizo muy bien, ya que mira el estado de Greta" incluso me saco en cara el hecho de que le había dado el lugar más peligroso a la más joven del equipo.

- Es una ....

- Me castigaron a una semana sin cenar, dos noches en el "calabozo", tres en el cuarto frío y castigos aleatorios por parte de los cuatro superiores, pero solo dos castigos por cada uno.

- Esta bien que este enojada, pero no es para tanto.

- ¿Cómo que esta bien? Yo no le he hecho nada malo - que mi cerebro recuerde - ¿Porque dices eso?

- por nada - me está mintiendo.

- Hay algo que debas decirme? - miré como se incomodaba ante mi pregunta.

- Marianna - insistí

- Dejaré que Mike te lo diga - agachó la cabeza.

- Decirme qué? - ahora esto será un juego de incógnitas.

- La razón por la que su madre esta molesta contigo.

- Es enserio, solo dímelo - negó con la cabeza - bien, si no me lo dices iré a buscarlo a él.

- Sabes que debe estar con Melisa, por favor, no vallas. No ahora.

- No me importa, de todos modos ya estoy castigada - me dirigí a la puerta.

- Por favor, Lisset hazlo por mi.

Como siempre sucede, la cara inocente (de cachorrito atropellando) que usa Marianna en mi contra logra convencerme para que me quede y no vaya en busca de más problemas, pero solo esta retrasando lo inevitable.

En cuanto se marche o me inventé una excusa iré a buscarlo y creo que ya la tengo.

- Tengo hambre - no era del todo una excusa, la verdad tengo hambre y no quiero que me encierren en el cuarto frío sin haber comido - iré a buscar algo de comer.

- No - se apresuró a decir - yo iré a traerte algo - me sonrió dándome a entender que ya sabía lo que tramaba.

- bien - la mire recelosa por haber arruinado mi plan - pero rapido, sabes que no puedo cenar, pero si no lo hago moriré.

Pasaron exactamente 5 minutos y Marianna entro con un plato tapado que olía de maravilla.

- Qué es? - apenas entraba y capturó mi atención

- Cállate y come, Melisa y Ellen están cerca, no sé de qué hablaban, pero es muy probable que sea de ti.

No me opuse a su petición y como todo lo que estaba en el plato.

- Necesito algo de tomar - me puse de pie - iré a buscar afuera, todo lo que tengo aquí está calientes - debo salir aunque ella no quiera.

- Toma - me entregó una botella de agua - pensé en todo - sonrió victoriosa, al ver que ya no tendría excusas.

- Marianna! - si! Dios, tu si eres bueno, venga! - Marianna necesito que me ayudes en la casa - la Diosa del mi vida entraba por esa puerta, la mamá de Marianna.

- Hola- puse la cara de la niña más inocente en el planeta - y Marianna me acaba de decir que iba a ir para allá, a ver si necesitaba algo.

Luego de que Marianna inventara una excusa para quedarse, la cual no sirvio de nada, esperé a que ambas estuvieran lo suficientemente lejos y luego me dispuse a salir.

Mike estaba cerca de la Sala de los Superiores, supuse que hablaba con Owen, ya que se notaba la presencia de alguien más, pero no sabía con exactitud quien.

- Mike! - corrí hasta alcanzarlo él se dio la vuelta para quedar frente a mi - necesito hablar contigo, es que quiero pre...

- Tu no tienes nada que hablar con él - Melisa es quien respondía - ya te dije que no quiero que te acerques a ella. Ni tu - me señaló- te acerques a él.

- Mamá, ya hablamos de esto y no soy un niño para que me estés controlando.

- Bien dicho Mike - Ellen entro en escena.

- Soy tu madre y tu no te metas - eso último iba para la rubia - además Lisset debe ir a pagar su castigó no irá a hablar contigo.

Melisa le hizo una seña a los chicos que custodiaban la puerta, los cuales curiosamente seguían hay, ellos se acercaron.

- Lleven a Lisset al "cuarto frío" - les ordenó.

- Ni se atrevan a tocarla - Ellen les llevo la contraria.

- Te atreves a incumplir uno de los castigos - la amenazó Melisa.

- No, pero si no mal entiendo a Lisset todavía le quedan quince minutos afuera y yo me encargaré de llevarla.

Mike me tomo del brazo y me alejo de las dos mujeres.

- Mike! Vuelve aquí! - escuchamos a la perfección el grito enfurecido de Melisa, pero Mike no se detuvo, ni se inmutó ante su madre y yo no iba a objetar porque quiero saber que es lo que tanto me ocultan.



Nonins (Una noche que debe ser recordada.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora