Nonins (Una noche que debe ser recordada.)

capítulo 19

- ¿Qué le pasó? - es lo primero que logra preguntar mi amiga acercándose a la cama.

- No lo sé, digo si, yo, fue mi culpa - empecé a tener un vómito verbal que apenas y se entendía, ni yo misma comprendía mis palabras- no sé cómo, pero la corriente, y el dejo de hablar y... y... creo que lo maté - solté sin más.

Marianna abrió los ojos hasta el tope y sus labios se abrieron un poco.

Camino hasta Mike y puso una mano en su pecho, toda su expresión facial cambio en un segundo, ahora estaba más relajada.

- Esta vivo - yo solté todo el aire que había estado conteniendo sin darme cuenta - ahora dime con exactitud que sucedió y deja los balbuceos.

- Lo electrocute y no se como, ni siquiera sabía que podía hacer eso.

- Okay - dijo con lentitud - déjame verificar si es de gravedad y luego te diré que haremos.

Mi querida amiga se acercó a la cama y empezó a quitar la camisa de Mike.

- ¿Qué haces? - pregunté

- Necesito ver que no tenga algún daño interno o algo que pueda ser un problema - aclaró- ahora ayudame, voy a levantarlo y tu quita su camisa.

Le hice caso y Dios bendiga tan semejante torso con tan bien marcado abdomen, no era algo exagerado, pero se veía muy bien.

Si alguien entraba de golpe a mi habitación, lo cual no pasará al juzgar por la hora, pero si pasará. Se encontraría con una extraña situación.

Porque viéndolo desde mi punto de vista, sólo queremos ayudarlo, pero si alguien entra vería a un chico sin camiseta y dos chicas en una habitación, donde una está pasando una mano por la parte desnuda de su cuerpo.

Sería incómodo.

Después de unos minutos Marianna me dijo que él estaría bien, sólo se desmayó por las descargas, de las cuales ella está segura que fueron muy elevadas, para ocasionar eso. Me aseguró que volvería en la mañana para volver a revisarlo cuando el estuviera consiente.

- ¿Qué vas a hacer con él? - pregunto - lo llevarás a su casa o algo - Marianna estaba en la puerta de mi cabaña lista para irse.

Negué con la cabeza

- No quiero que Melisa lo vea en este estado, mañana veré como amanece y lo dejaré ir.

Ella asintió y se marchó. Yo me dirigí a mi habitación.

- Mike, lo lamento, no fue mi intención- ahora le hablaba a un chico inconsciente.

Empecé a desvestirme dándole la espalda, no quería que por casualidad se levantará justo ahora, así que sólo cambie mis pantalones de mezclilla, por unos cortos y de algodón, de esta forma dormiré más cómoda.

Pensé un momento donde acostarme; si en el sofá o en mi propia cama con Mike, pero no le veo nada malo, sólo voy a dormir y la cama es espaciosa.

Me senté junto a él y pasé la sabana sobre su cuerpo y luego introduje mis pies, se veía tan inocente.

Mi cabeza estaba justo al lado de él y mis raros pensamientos hormonales no querían dejarme dormir y como los culpo, Mike sabe cuidarse y no es para nada feo. Es la primera vez que duermo junto a un chico.

Estoy toda nerviosa sin razón alguna y ese maldito duerme como un bebé.

- Deja de pensar estupideces - me dije a mi misma- ya duérmete- pase una mano por mi cara.

Volví a mirar mi reloj, ya habían pasado 20 minutos desde que Marianna se fue.

Me giré y pase de estar mirando al techo a observar a Mike, estoy segura de que viendo su cara tendre menos posibilidades de quedarme dormida.

Recuerdo como Marianna después de revisarlo me dijo "Si pasa algo llamame, debes estar cuidando de él"

Eso también me mantenía despierta, parte de mi quería estar segura de que no fuera a morir mientras yo durmiera.

La única manera que tengo de saber si está vivo es ...

Muevo mi cuerpo hasta acercarme a él y posicionó mi cabeza en su pecho.

Esto...

El ritmo de su corazón es tranquilo y relajante; si duermo de esta manera estaré segura de que esta vivo y mañana sólo debo levantarme más temprano que él, para que no malinterprete mi intención.

Intente acallar todos los pensamientos que atacaban mi cabeza para poder entregarme a los brazos de Morfeo.

...

Siento una gentil mano rozando mi mejilla - eres preciosa - susurró una voz masculina en mi cabeza - si tan sólo no fueras tan gruñona y cortante conmigo.

- Lisset! - el grito de Marianna ayudado por el hueco y fuerte sonido de la puerta hizo que me levantará de golpe.

¡Que les pasa a estas personas con azotar las puertas de mi propiedad!

Al parecer no fui la única en ser sorprendida, Mike tenía la misma expresión de desconcierto y espanto, luce como si recien acaba de despertar.

- Por qué gritas tan temprano? - me queje, mientras frotaba mi cara.

- Temprano? Es casi medio día! Y Melisa ha estado buscando a Mike como loca y creo que viene para acá.

- Dios! Pero... - mi amiga sólo era portadora de malas noticias. Y mi cerebro sólo intentaba pensar en cómo salir de esta.

- Yo iré a verla, antes de que llegue - hablo Mike rápidamente mientras se ponía de pie - ¿dónde está mi camiseta? - parecía confundido.

- ¿Qué le dirás? - me atreví a preguntar.

- no lo sé, ya inventaré algo - tomo la camiseta que Marianna le estába entregando y mentalmente me despedí de ese bien marcado abdomen - Pero ¿Qué pasó anoche exactamente?

- No hay tiempo para eso - lo empuje amablemente por la espalda - si ella te ve aquí va a empezar a preguntar y me meteré en más problemas. Te lo contaré todo cuando regreses.

No tuve que seguir insistiendo, Mike se retiró por la puerta trasera para no ser visto, espero que logré encontrar a Melisa muy lejos y le diga cualquier excusa que sea convincente.

No estoy de ánimo para problemas, por ahora sólo quiero que mi mente este enfocada en cómo controlarme, sin embargo ahora tengo otro problema saber como es posible que pueda electrocutar. Ni siquiera tenía esa habilidad. Ahora necesito más respuestas que antes.

Mi cerebro no es capaz de dejar de pensar en posibles razones, mi cabeza está analizando cosas como: tal vez lo tenía escondido y un estímulo lo despertó o sólo se desarrolla en cierta situación e incluso pienso que no pudo haber sido mi culpa, talvez es algo que Mike ocasionó. Mike lo tiene y le sirve como autodefensa.

Un pensamiento cruzó por mi cabeza tan rapido como un destello de luz en el cielo seguido por un estruendoso ruido que anuncia un trueno.

Pero eso no es posible o si. Esa noche. El me electrocuto y salí sin ninguna quemadura o lección a causa de las descargas eléctricas. Tenía varias quemaduras por el fuego, pero nada ocasionado por la electricidad.