QUE COMIENCE EL JUEGO TERMINADA

Capítulo 33

Al día siguiente...

Algo me mecía, y efectivamente abrí mis ojos y mi madre me estaba moviendo para que me levantara.

—Cinco minutos más... —Protesté.

—No, los fotógrafos nos están esperando impacientes, además es muy tarde.

— ¿Qué hora es? —Dije con mi voz de zombie.

—Diez de la mañana, vendré en media hora y quiero verte lista, ¿de acuerdo?

—Mi madre salió de la habitación y yo entre a la ducha, me bañé, me vestí
y alborote mi cabello, no tenía que fingir que era la "niña perfecta", si querían fotografiarme, debía sacar a relucir mi mejor ángulo. Baje a la primera planta, papá ya se había ido a su trabajo, tome mi desayuno y entramos a mi auto.

—Por favor, conduce con cuidado. —Dijo mi madre, poniéndose su cinturón de seguridad-.

—No te prometo nada. —Bromeé. Tomé rumbo hacía el edificio donde mi madre trabajaba, entramos y muchas personas no me quitaban la mirada de encima. Entramos a su oficina.

— ¡Karol! ¡Amore Mio!

— ¡Filippo! ¿Cómo has estado?

—No mejor que tú, mírate, estas preciosa. —Dijo, haciéndome sonrojar.

—Y tu no has cambiado, yo recuerd... —mi madre interrumpió.

—Bueno, no vinimos a entablar conversaciones del pasado, vinimos a trabajar. —Filippo y yo nos miramos y soltamos una sonrisa cómplice.

—De acuerdo, ¿qué hay que hacer? —Dije sin ánimo.

—Ponte esto. —Me pasó un vestido de colores muy llamativos, lo use y empezamos la sesión de fotos, lo hacía como lo recordaba, ya estaba un poco oxidada pero al seguir las indicaciones de Filippo lo hacía mejor que nunca, que no falte agregar que él era uno de los mejores fotógrafos de Italia. Hacía muecas, sonreía, me daban ataques de risa y soltaba carcajadas, otras modelos iban llegando, ellas se ajuntaban a mí para embellecer la escena. La hora del almuerzo llegó.

— ¿Te digo algo? Luces hermosa en esta foto. —Puso la cámara ante mi y me mostró una en donde salía yo con una gran sonrisa, una de mis manos puesta en mi cintura y otra atraída a mi cabeza.

—Sin lugar a dudas, esta será la portada de la revista de este mes. —Dijo mamá.

— ¿Portada? Creí que esta era una campaña... —Crucé mis brazos, esto no era lo acordado.

—Si, te mentí. —Sonrió.

— ¿Y por qué?

—Tú lo has hecho muchas veces, dicen que el alumno supera al maestro. —Chocó la mano junto a Filippo haciendo de cuenta que fue una gran jugada. Yo rodé los ojos. Fuimos todos juntos a un restaurante cerca de allí. Después de haber terminado la comida llegaba mi momento de irme.

—Nos vemos en la noche. —Dije a mi madre.

—De acuerdo, ve con cuidado.

—Querida, ¡eres fantástica! —Dijo Filippo.

—Convence a mi madre de eso. Adiós. —Sonreí. Me despedí de ambos y caminé hasta mi auto. Conduje hasta casa. Entre a mi habitación y recordé que mañana tendría que volver a la escuela, no, cualquier cosa menos eso, tomé lo necesario y lo deje todo ordenado para el día siguiente.

Me despertó la canción "Misery" y si, así me sentía, miserable. Tome una ducha, me vestí y baje a desayunar.

—No quiero ir a la escuela. —Dije mientas bajaba las escaleras.