QUE COMIENCE EL JUEGO TERMINADA

Capítulo 30

RUGGERO

Estaba plenamente dormido, el ruido de mi celular hizo que despertara.

— ¿Hola? —Dije con un hilo de voz.

—Ruggero, necesito que vengas rápido, es... es Karol, ella tuvo un accidente... —Mis nervios aumentaron, ya estaba completamente activo después de esa horrible noticia.

—Mike, calma, ¿dónde estás?

—Estoy en el hospital del centro, ven lo más pronto posible. —Finalicé la llamada, tome una chaqueta, las llaves de mi auto y tomé camino hacía el hospital, que quedaba a 20 minutos de trayecto. El viaje era eterno, no lograba llegar, sentía que las calles eran infinitas, no podía pensar bien, tan solo de imaginar que ella estaba mal, me ponía a mi peor, necesitaba asegurarme de que estuviera bien, de que no corría peligro.

Cuando al fin llegué, estacioné el auto, corrí a urgencias y en la sala de espera se encontraban sus padres, Mike, Lio, Jorge , Agus, Chloe y Christofer.

— ¿Qué sucedió? —Abracé a su madre que estaba destrozada, incluso peor que yo.

—Ella volvió a esas carreras, y un auto chocó con ella haciendo que el auto se volteara. —Dijo conteniendo su llanto.

— ¿Ella está bien? —Le pregunté a su padre, ya que su mamá no podía hablar.

—No lo sabemos, los médicos se encargaron de ella y no han dado respuesta alguna. —Tome a la señora de los brazos y la lleve a un asiento.

—Lo siento, todo fue mi culpa...

—No Ruggero, ya la conoces, es testaruda, complicada, rebelde, yo creí que nunca volvería a esto pero... mira lo que sucedió. Ve con los chicos, ellos también están preocupados. —Asentí y fui a los asientos de mis amigos.

—No pensé que esto llegara tan lejos. —Dijo Mike trayéndose las manos a la cabeza.

—Ella no merecía eso. —Dijo Jorge, con la vista fría y distante.

—Calma. —Dijo Chloe, intentando tranquilizar a Agus, que tenía su vista nublada.

—No sé cómo ocurrió todo esto. —Añadió Lio. Yo no podía agregar ningún comentario, aún no podía creerlo, ¿y si, tal vez moría? ¿Qué iba a hacer yo sin ella? Sacudí mi cabeza para borrar las ideas que proponía.

Vi a Christofer a un lado de la sala yo tomé asiento junto a él.

—Debo agradecerte. —Le dije, él me miró confundido.

— ¿Por qué?

—Porque nunca la dejaste sola, siempre la apoyaste, aún en las peores condiciones, sé que ella te lo agradece mucho. —Debía decirle la verdad, cada vez que los veía juntos en el almuerzo yo deseaba ser ese que la hacía reír, el que le detenía sus lágrimas, la persona que la escuchaba.

— ¿Te digo algo? Pero nunca se lo digas, porque me mataría. —Asentí levemente.

—Cada vez que ella te mencionaba una sonrisa se le salía, ella no lo notaba, pero yo sí, cuando le decía que estabas cerca, ella se ponía nerviosa y empezaba a mover sus manos, era muy gracioso, cuando conoció a Scarlett ella la amó, sé que eso no puede ocurrir tan rápido pero ella lo hizo, amo a Scarlett desde el primer momento que la vio, Scarlett hacía que ella te recordara, ella tiene una lucha interior entre lo que piensa que es lo correcto y lo que desea hacer. Ayúdala a ganar la pelea. Ella te ama, te lo aseguro.

—Yo también la amo, pero ella no quiere ni verme. —Él sonrió.

—Eso es lo que ella más anhela, créeme. —Una puerta se abrió abruptamente, un joven de bata blanca salió de allí, supongo que es un doctor, todos se levantaron y él se acercó.