Capítulo 20 (Parte 2)

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RUGGERO

Podía sentirlo, podía sentir lo que ella causaba en mí, cada poro afirmaba mis sentimientos por ella, la amaba, pero aún era muy pronto para decir la famosa frase. Tal vez si le decía "Te amo" se asustaría y se alejaría, y no quiero eso. En verdad mi amor por ella era único. Son sus ojos, su rostro y esa forma de ser la que día a día, me hace enloquecer. El sentimiento va aumentado. En mi corazón y en mis pensamientos, siempre esta ella. Siento que soy el hombre mas afortunado del mundo por tenerla, aunque yo no valga tanto para estar con ella.

Entre a mis clases restantes y esperé a que se terminara el ciclo de este día. Salí de la secundaria y la divisé en el estacionamiento, dirigiéndose a su auto, me acerque a ella, la tomé de las piernas y la volteé dejando su cabeza a centímetros del piso.

— ¡No! ¡Ruggero! ¡Bájame! —Dijo gritos.

— ¿Cómo sabes que soy yo?

—Puedo oler tu aroma a kilómetros de distancia, ¡ahora bájame! —Puse sus pies sobre la tierra.

—Debo decirte algo muy importante... —Mi corazón se aceleró, tenía miedo de lo que iba a decir.

—Te escucho... —Dije inclinándome en su auto con los brazos cruzados.

—Yo... Quiero presentarte oficialmente a mis padres. —Una sonrisa se me escapó, ella estaba tomando esto enserio, al igual que yo.

— ¿Y cuándo? —Dije con mi sonrisa aún plasmada.

—El sábado en la noche, ¿te parece? —Dijo regalándome una de esas sonrisas que me enamoraban más y más.

—De acuerdo, y el domingo yo te presentaré a mi familia. —Disminuyó su sonrisa, creo que no le agradó la idea.

—No creo que sea conveniente, ¿y si no les agrado?

—Les caerás bien, ya verás, además se llevaran una sorpresa...

— ¿Por qué? —Pregunto con media sonrisa.

—Porque tú me odiabas, yo te hacía la vida imposible, te hice una broma y terminé enamorado de ti...

Dio un ligero beso en mis labios.

—Y yo de ti... ¿a qué hora en tu casa?

—Sabía que aceptarías, a las ocho.

—Está bien, ¿debo ir con ropa formal? —Preguntó Karol, mientras sacaba sus llaves de su bolsillo.

—Si, eso creo, nunca hice este tipo de cosas.

— ¿Yo seré la primera? Me halagas. —Dijo en un tono divertido.

—Eres la primera y la última... —Sonrió.

KAROL

Era miércoles en la mañana sonaba "You Get What You Give", me le adelante a mi despertador y desperté más temprano de lo usual. Debe ser por la alegría que sentía. Me duché cantando la melodía que sonaba, salí de la ducha, me vestí y baje a encontrarme con mis padres.

— ¡Hola linda! —Exclamó mi madre con un tono muy agradable de voz.

—Hola, ¿sucede algo?

—No, nada, ¿por qué? —Dijo mi padre, mientras bebía un poco de su taza de café.

—Solo lo supuse. —era el momento indicado para hablar sobre la cena del sábado.

—El sábado vendrá alguien especial a cenar. —Moría de vergüenza, nunca hable de estas cosas con mis padres.

QUE COMIENCE EL JUEGO  TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora