Tercera persona
Al oír los insistentes y característicos golpes en la puerta principal, Lord Antoine dejó un lado los papeles en los que había estado contabilizando los gastos tanto de la Mansión como de los terrenos que poseía. Así es, él poseía distintas extensiones de tierra en las ciudades contiguas a Versalles, casi en tosa Francia, así como también algunas propiedades en Inglaterra, Italia y recientemente, había logrado obtener un terreno americano a un excelente precio. Los terrenos en América eran muy codiciados y su sometimiento a las potencias europeas hacía mucho más sencillo la extracción de los recursos naturales y mineros de la zona. Gracias a este nuevo terreno que ahora poseía en América, le permitiría obtener variedades de piedras; y hacer con ellas, una amplia colección de joyería americana.
Además, también le permitía degustar la exquisita carne salada que se traía de allí.
Se apresuró a salir de su despacho y camino por las pasillos con los brazos a sus costados; pensando en si había olvidado alguna visita ese día. Él creía que no. Ese día tenía la tarea de contabilizar las cuentas, Lord Wick y su esposa habían pasado a almorzar durante el mediodía y en unas horas tenía un importante reunión en casa de Lord Cheyenne para discutir una ley reciente, luego quizá pasaría algún tiempo con sus hijos; pero fuera de eso... no recordaba nada más.
Bajó las escaleras de dos en dos.
-Yo abriré Vanisse- Se dirigió a la sirvienta que estaba próxima a la puerta, la misma, se quedó a un lado de la puerta.
Aunque podría ser otra persona, Antoine barajeaba la extraña posibilidad de que Aline estuviese de nuevo en su entrada, de ese modo, debía preparar su coraza y su valor para echarla de allí.
Lord Antoine se dirigió a la puerta de entrada, tomó el picaporte y abrió.
-¡Madre!- Exclamó besando su mano y abrazándola durante unos segundos.
-Hijo mío- Contestó dulcemente la mujer, respondiendo al abrazo. Sus hijos corrieron, ansiosos a saludarla de la misma manera, besaron su mano y se marcharon corriendo, riéndo torpemente.
La sirvienta llamada Vanisse, quitó el abrigo de los hombros de la dama y luego lo colgó en el fino perchero de madera.; retirándose hacía la cocina.
-Tus hijos me sorprenden cada día más Antoine, hace un tiempo no me saludaban así, tan educadamente ¿qué les ocurrió?- Preguntó Lady Eleanor sonriendo con mucha curiosidad, mientras ingresaba a la mansión de su hijo.
Lady Eleanor de Planes y Cambridge, era una mujer de avanzada edad pero muy bonita, poseía un par de pequeños ojos azules, una nariz aguileña, una tez blanca y unos pómulos marcados. Llevaba un vestido color uva, zapatos de un dudoso color vino, que apenas sí se le veían por el largo del vestido, joyas de piedras violáceas, un sombrero con algunas flores silvestres muy coloridas que le caía del costado derecho y un chal también violáceo.
Además, traía un abanico negro y su cabello corto ligeramente rubio con algunas canas esparcidas en él, estaba tapado por una de sus tan famosas pelucas blancas que se elevaba unos centímetros más arriba de la cabeza.
Algunos bucles blancos que caían con delicadeza, coronaban su cabeza con aires superficiales.-El caso es que tengo una nueva institutriz madre y quizá esa sea la razón- Contestó su hijo con cortesía-Tú no la conoces pues hace poco la empleé, pero sin embargo ésta es una buena oportunidad para que lo hagas.
Lady Eleanor miró a su hijo, muy seria y sorprendida a la vez. Su rostro era poco expresivo, pero se notaba asombrada- Pero si es una empleada vulgar Antoine- Replicó- ¿Acaso piensas hacerla cenar con nosotros?
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Lord Antoine #2
Ficción históricaSegundo libro de la saga "Secretos Aristocráticos" [Completa] Lord Antoine Fontaine, un poderoso conde y un hombre duro e insensible, desde que su esposa, a la que amaba y con la que tenía dos hijos, le había sido infiel con un muy buen amigo y soci...