ocho

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Despertó, mejor que el día anterior y sintiéndose con gran energía. Se recuperaba rápidamente.

Dirigió la mirada a su costado, viendo a su pareja; emitiendo exagerados ronquidos y poniendo cara de cerdo, mientras a ratos tosía.

Jeongguk comprendió que le sucedía al mayor: le había pegado el resfriado, y Taehyung como tiene gran facilidad para atrapar enfermedades, la cogió.

Suspiró resignado y recriminando al mayor mentalmente mientras se dirigía a la cocina y le daba de comer Sinsobras.

Pensó en que darle de desayunar a Taehyung. La sopa que preparó él se la dio a una planta del balcón en cuanto se fue al baño porque casi no se podía comer.

Buscó en internet alimentos buenos para el resfriado, y vio que dos eran el ajo y la cebolla. Estaba tentado a trocearlos y dárselos a Taehyung, pero se sentiría un hijo de puta y un cabrón así que lo descartó.

Decidió llamar a su cocinero favorito, Seokjin, aka rey de las medicinas caseras.

Al primer tono contestó; ㅡ¿Hola?

ㅡTae se resfrió.

ㅡPues pélale un melocotón, qué sé yo. ¿Para eso me llamas?

ㅡHyung, es tu amigo y mi novio del que hablamos, y sabemos muy bien que cocinar no es lo mío, y menos las típicas medicinas de abuela.

Seokjin se sentó en la cama, tomando las gafas de la mesilla y poniéndolas a la vez que su mano libre sobre la barbilla.

ㅡManzanilla.

ㅡ¿Manza qué? 

—Camomila...

ㅡ¿Camela? ¡Sueño contigo, qué me has dado, sin tu cariño no habría enamorado~!

ㅡJeongguk...

ㅡA mí me hablas que yo te entienda, hyung.

ㅡConsigue hierba de limón, es lo más efectivo para él.

ㅡ¿Hierba de limón? ¿Es una droga, en plan marihuana?

Y colgó.

[...]

ㅡMuy bien, mozo. Aquí tengo un buen fajo. ㅡhabló el dueño del campo, manteniendo su palillo en la boca y enseñándole un puñado de hierba.

Jeongguk decidió ir al campo del pueblo y preguntar si tenían esa planta, el campesino lo llevó a los cultivos y cogió toda una planta.

ㅡBien, gracias. ¿Cuánto?

ㅡCinco mil.

Joder.

Sacó el monedero de la riñonera y le dio el dinero, viendo como el viejo sonreía y pasaba los sucios dedos por los billetes.

ㅡEncantado de hacer negocios contigo, muchacho. Toma tu hierba.

Jeongguk tomó la planta, yéndose del lugar y pensando en que esa experiencia era digna de ser contada como si hubiera comprado droga en el mercado negro.

Taehyung, por otra parte, despertó, preguntándose dónde había ido su bebé.

Bajó las escaleras entre mareos, afirmándose en la pared y sintiéndose una embarazada de ocho meses, mientras el perro no dejaba de ladrar.

ㅡNo vuelvo a beber ㅡafirmó al llegar al piso de abajo ㅡ. Oh, pero si no bebí, qué tonto. ㅡrió de su confusión.

Jeongguk llegó a casa, siendo recibido por Sinsobras corriendo imprudentemente al jardín ㅡse dio un golpe contra la ventana correderaㅡ, y un Taehyung corriendo como idiota sin camisa.

dominio sumiso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora