InuYasha almorzaba junto a sus marinos y lo hacía en suma calma, aunque sumido en sus pensamientos, aún no podía descartar la imagen de aquella sirena, ni siquiera le había preguntado su nombre y no sabía si volvería a verla, pero estaba seguro que no sería la ultima vez que la vería.
Mientras tanto, la princesa de los mares, lo estaba espiando escondida tras unas enormes rocas y era evidente que quedó cautiva con la guapeza del joven príncipe. Luego de contemplarlo, regresó a las profundidades del mar, donde su enfadado padre la estaba esperando para que den su ceremonia de canto de las sirenas, cuando llegó su padre la regañó un poco, pero la joven pelinegra hizo caso omiso, estaba con una sonrisa boba dibujada en sus labios y su padre no se explicaba por que, aunque había otras 3 que si sabían el secreto de esa pregunta.
Más tarde y cuando la ceremonia había concluido con éxito para todas las sirenas, Kagome se escabulló sin ser vista y fue de nuevo hacia donde estaban los marinos y sin ser vista se asomó y su rostro se puso rojo como un tomate cuando vio a InuYasha sin su camisa y mojándose con agua de mar su fornido y musculoso torso. Se ocultó y no sabía por que estaba tan nerviosa de ver a un ser humano así, se volvió a asomar despacio y no lo vio, pero la voz del joven príncipe a sus espaldas casi le hace dar un respingo al corazón. Lo miró temerosa una vez que volteo y lo tuvo frente a sus ojos, tenía puesta su camisa pero toda desabrochada, lo que hizo sonrojar a la joven sirena.
InuYasha : ¿Cómo te llamas?-. Preguntó sentándose sobre las rocas.
Kagome se arrinconó sobre una de las rocas, estaba asustada, pero luego dejó su temor de lado.
Kagome : Me llamo Kagome-. Balbuceó despacio.
InuYasha : Vaya, con que, así te llamas-. Dijo sonriendo de lado.
Kagome : Así es, soy hija de Tritón, mi padre es el dios de los mares-. Expresó tímidamente.
InuYasha sintió algo de temor al oír el nombre de Tritón, pues el fue el causante de la muerte de varios piratas y de marinos que quisieron ir a la isla a robar los tesoros y hasta llevarse sirenas sabiendo que son curas para enfermedades graves y que podían dar poderes que no existían o al menos eso era lo que se quería que no se rumoreara.
InuYasha : Así que eres hija del gran dios de los mares?-. Dijo con ironía.
Kagome : Si, el es mi padre-. Respondió levantando la ceja, ya que pensó que InuYasha se estaba burlando de ella por el tono en que le respondió.
Inuyasha se puso repentinamente de pie y caminó hasta bajar de la roca y sacar algo de atrás de ella, Kagome lo observaba curiosa y vio que luego se acercó hacia donde estaba antes y se sentó con un pequeño bolso de viaje, de el extrajo una bolsita que contenía unas galletas de sémola, su arma, que la dejó a su lado, y luego se relajó. InuYasha sacó una galleta y la empezó a comer sin percatarse que la sirena seguía allí junto a el, hasta que se dio cuenta cuando la chica se acercó a el y apoyó sus suaves manos en las piernas del príncipe marino y pudo ver en la mirada de la chica mucha curiosidad por lo que el estaba comiendo y su sonrisa de suplicarle por una le dio a entender que quería probar una de esas deliciosas galletas.
InuYasha sonrió y sacó una de la bolsita y se la dio, la joven sirena, la miró medio extrañada, mordió un pedazo y sonrió al sentir su agradable y rico sabor. La devoró toda y luego le dedicó una cálida sonrisa a InuYasha. Mientras tanto, bajo las profundidades del mar, Tritón estaba en su trono de oro, hablando con el pequeño Shippo quien era como un fiel sirviente para el, aunque siempre estaba pegado a Kagome como clavo sobre el imán. Desde que murió su pequeño hermano Sota en manos de unos sanguinarios piratas, Kagome se encariñó mucho con Shippo y lo tomó como su hermano menor, aunque la tristeza de haber perdido a su pequeño hermano nunca se le irá y lo extraña muchísimo y aún no sabe el secreto de cómo murieron esos piratas asesinos y su diabólico capitán, que era el temible Naraku Black.
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La isla de las sirenas ( InuXKag ) [Terminada]
Roman d'amourInuyasha Taisho un joven de 21 años busca la cura para la enfermedad para su padre que tiene una grave enfermedad, lo que hizo fue comer carne de sirena para obtener la juventud, pero fue una mentira para que el rey lo comiera. Kagome higurashi es u...