Capítulo 20: Humana

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Maratón 3/5

Inuyasha seguía indeciso en cuanto a acceder a la petición de Kagome de ir con ella al castillo de Urasue, sabe que es un peligro muy grande y esa bruja es capaz de todo si lo ve y ella sabe que el fue quien intentó matarla y la joven princesa de los mares, recordó que Urasue le impuso una condición para convertirla en humana.

Kagome : Ahora que recuerdo, Urasue me dijo que solo si le llevo a Kikyo, me dará el caramelo que necesito para poder ser humana-. Explicó lo recordado.

Inuyasha : ¿A Kikyo? Y para que?-. Preguntó sorprendido.

Kagome : Supongo que para vengarse, ya mató a Kágura y de seguro querrá hacer lo mismo con Kikyo por haberla traicionado-. Explicó las razones.

Inuyasha : Tal vez sea así. De acuerdo, iré contigo y veremos que es lo que quiere esa bruja-. Aceptó finalmente la petición de Kagome.

La joven sirena, estaba tan feliz que su alegría no le entraba en sus escamas ni en si misma, agradeció encantada a Inuyasha el que haya aceptado su petición y así partieron hacia el castillo de Urasue. Bankotsu y Miroku, estaban anonadados, pero al final no iban a contradecir a su capitán y menos ya sabiendo que Inuyasha hará lo que sea por la alegría de su amada sirena.

El inmenso navío de guerra siguió a la joven sirena hasta el castillo de Urasue. Sus radares le permitían rastrear a Kagome y así seguirla sin perder el rumbo. El viaje sería medio largo, ya que el castillo de Urasue, estaba algo alejado de donde estaba la isla de las sirenas, que sin saberlo nadie, estaban retornando a su antiguo hogar de siempre. Eso será una gran sorpresa para Kagome si se entera de lo sucedido y del regreso de su familia a la isla.

Sin mediar presentación alguna, Urasue apareció en su tamaño gigante frente al acorazado inglés, todos se pusieron alerta y la pesada artillería del barco, apuntó a Urasue, que rugió furiosa al ver que estaban por atacarla, pero una vez más, Kagome evitó su matanza y tomó la palabra.

Kagome : Espere, he venido por lo que le pedí-. Dijo.

Urasue : Si, pero no cumpliste lo pactado, aunque hayas logrado el primer objetivo-. Dijo con soberbia y maldad.

Kagome : Si, lo se pero es que...-. Gimoteó algo nerviosa.

Inuyasha : Yo soy quien tengo a Kikyo prisionera-. Espetó con voz potente.

Urasue : ¡Oh!, en serio?-. Preguntó sarcásticamente.

Inuyasha : Así es y puedo entregártela a cambio del favor que te pidió Kagome-. Bramó

Urasue : Que yo haya dicho bien, es ella quien tiene que traérmela no tu-. Bramó fieramente.

Inuyasha : Pues yo soy quien la tengo en las mazmorras de mi palacio y soy el único que puede sacarla de allí-. Advirtió severamente.

El rostro de Urasue se contrajo de ira, pero a la vez en su diabólico cerebro, se estaba tejiendo una idea sumamente perversa y hará todo lo posible para hacer sufrir a Kagome.

Urasue : Lo siento, jovencito, pero el reto es de ella, si tu amada sirena es capaz de traerme a Kikyo sin ayuda de nadie, cumpliré su deseo, si no este caramelo dorado, tendrá un cruel destino, mi estomago-. Dijo la bruja con atrevimiento y maldad.

Al ver el caramelo, la joven sirena se quedó estupefacta, pero al oír la advertencia de Urasue, se quedó perpleja, sabe lo que eso significaría.

Kagome : ¡NOOO!, no lo haga, por favor!, si usted se come ese caramelo, acabará matándola-. Sollozó en un grito desesperado.

Urasue : Efectivamente-. Aseguró con alevosía.

La isla de las sirenas ( InuXKag ) [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora