Maratón 5/5
3 meses más tarde :
Kagome, regresaba de su hogar en el mar, venía de visitar a sus hermanas, lucía una hermosa sortija en su anular izquierdo, faltaba tan poco para su casamiento, que se decidió hacerlo en la mismísima isla, así las sirenas pueden presenciarlo sin problema alguno. Ahí mismo, contraerán matrimonio, Eri y Bankotsu y Sango con Miroku.
Extrañaba mucho estar en su forma de sirena, pues en 2 meses no había tocado el agua de mar y gracias al conjuro que le dejó Urasue, puede adoptar su forma de sirena y de humana cuando lo desee, ya que solo el agua de mar la convierte en sirena y eso sería todo un dilema cuando Inuyasha y ella quieran irse de vacaciones a algún lugar. En esos 2 meses, Inuyasha instruyó a Kagome para que se adapte a las costumbres humanas y sobre todo a como ser ahora una princesa, pese a que ya lo era, pero en el fondo del mar, ahora deberá hacerlo como humana. Y la verdad, es que no le llevó mucho aprenderse las costumbres humanas, pues lo aprendió muy bien y muy rápido y no solo ella, Eri y Sango, también aprendieron todas las lecciones de cómo convivir con humanos.
Kagome estaba muy orgullosa de si misma, pues no se esperó poder adaptarse a lo que hacían los humanos y en todo lo que hacen. El más feliz por todo esto, era Inuyasha, pues Kagome demostró que puede ser una magnífica esposa.
Mientras tanto, en la isla de las sirenas, un solitario y pensativo Bankotsu, estaba sentado en el borde de la isla que da al mar, recostado y mirando al cielo nuboso y sin sol, su mente divagaba en una y mil veces como es que llegó a enamorarse de una sirena, vaya uno a saberlo, pero sabe que como Eri no encontrará otra y al final no fue tan malo meterse con alguien distinto a su especie, aunque solo lo sea por la mitad de cuerpo.
Bankotsu, nunca creyó en esa historia de las sirenas, solo hasta el momento en que su abuelo murió luego de comer carne de sirenas para rejuvenecer, puesto que se divulgaba que su carne podía hacer tener vida eterna o rejuvenecer, pero en realidad la carne de las sirenas suele ser peligrosa y en otras no, y es por eso que la de Kagome no resulta perjudicial. Mientras seguía sumergido en sus pensamientos, no se percató de que Eri lo estaba mirando muy cerca de el, con sus codos apoyados en el borde de la tierra de la isla y su mentón apoyado en sus brazos y una sonrisa placentera se había dibujado en su hermoso rostro.
Eri : Veo que estás muy pensativo-. Rió cargosamente.
La voz de Eri, despertó a Bankotsu de su letargo pensamiento y además se asustó por que lo había pillado desprevenido y eso no le agradó mucho.
Bankotsu : Vaya susto me diste-. Bufó molesto.
Eri : No te enojes, cielo-. Dijo moviéndose hacia el. – Quise darte una sorpresiva visita-. Rió.
Bankotsu : ¿Ya visitaste a tu familia?-. Preguntó con desdén.
Eri : Si, la verdad es que ya extrañaba volver a mi forma de sirena-. Respondió divertida.
Sin meditar palabra, Eri salió del agua y se sentó en las piernas de Bankotsu, pero mantuvo la punta de su cola y sus aletas en el agua, para evitar quedar convertida en humana, aunque después lo pensó bien y sacó su cola y aletas del agua de mar y no le importó quedar totalmente desnuda ante Bankotsu y sentada en sus piernas. El pelinegro se sonrojó tanto como un tomate y no le meditó palabra alguna, puesto que estaba bastante avergonzado de verla así. Sin dudarlo 2 veces, Eri acercó su rostro al de Bankotsu y giró el rostro de este hacia el de ella y lo besó suavemente, el pelinegro cayó rendido ante la calidez y suavidad del beso de la pelinegra, pues ya era un hecho consumado y para felicidad de Eri, el la había aceptado como su prometida y hasta formar matrimonio, así mismo como lo harán Inuyasha y Kagome y Sango con Miroku.
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La isla de las sirenas ( InuXKag ) [Terminada]
RomanceInuyasha Taisho un joven de 21 años busca la cura para la enfermedad para su padre que tiene una grave enfermedad, lo que hizo fue comer carne de sirena para obtener la juventud, pero fue una mentira para que el rey lo comiera. Kagome higurashi es u...