Maratón 2/5
Inuyasha nuevamente se fue donde iba su padre, estaba muy agitado y nervioso.
Inuyasha : Responde, padre. ¿Por qué hiciste eso?-. Preguntó exasperado.
Su padre dio vuelta hacia el y su mirada sería lo hizo callar, entonces tomó la palabra.
InuTaisho : Lo hice para preservar la vida de mi pueblo, mi gente y la tuya, hijo. Por eso lo hice -. Replicó. - Y además no puedes casarte con una sirena-. Dijo con desdén.
Inuyasha : Pues si hubiese sido así, preferiría morir, pero no alejarme de ella-. Gritó fríamente.
Myoga cerró sus ojos y miró para otro lado, pudo ver el gesto colérico en el rey InuTaisho, que caminó hacia su hijo y le dio una bofetada con suma frialdad y sin dudarlo. El joven príncipe no se atrevió a mirarlo, permaneció firme y con su rostro en dirección hacia donde volteó tras la represalia de su padre, su mirada derramaba pena y dolor. Luego de un largo rato, Inuyasha reaccionó, volteó su rostro y sin mirar a su padre, se tomó la mejilla dolorida. InuTaisho quería llorar, gritar, maldecir mil veces al viento y al anubarrado cielo tormentoso, nunca se vio obligado a ta represalia contra su hijo, pero de alguna manera, debía hacerlo reaccionar y abrirle los ojos.
Inuyasha encaminó hacia el palacio real, en silencio y a paso lento, Myoga iba junto a el y su padre delante, escoltados por la guardia de la realeza. Entraron en el e Inuyasha corrió hacia su cuarto y allí se encerró sin mediar palabras. Todos observaron la escena, pero el mayordomo Totosai y la jefa de mucamas, Kaede, no se atrevieron a pronunciar palabra alguna, ya que Myoga les advirtió que mejor era mantener la boca sellada. InuTaisho, se sentó en uno de los sillones y pidió una taza de té, estaba muy angustiado, jamás pensó que en su primer día sano, tendría que pasar por esta situación incomoda y maldijo mil veces a las sirenas por esto.
A la noche, Bankotsu y Miroku, fueron al palacio a visitar a InuTaisho, ya enterados de su gran mejoría, pero supieron también la noticia de lo acontecido en aquel encuentro con Tritón y lo sucedido entre Kagome e Inuyasha.
Bankotsu : Debería estar feliz, no solo por la gran alegría de que usted esté bien, alteza. Si no por que logró deshacerse de esa sucia y despreciable sirena-. Espetó malhumorado
Miroku : No digas eso, hermano. Entiéndelo, estaba muy enamorado de ella-. Le dijo enojado.
Bankotsu : Abre los ojos, quieres. ¿Desde cuando has visto que un humano se case con una sirena, con un ser sobre natural que ni siquiera sabe convivir con nuestra especie?-. Gruñó colérico.
InuTaisho : Calma muchachos, dejen de pelear-. Los calmó con parsimonia.
Bankotsu : Tiene razón, alteza. Lo siento y perdóname, hermano, jamás pensé que termináramos así por unas desagradables fenómenos del mar-. Dijo respirando hondo y calmándose.
Miroku : No te preocupes, Bankotsu. El que me preocupa es Inuyasha, no sabemos que puede hacer de ahora en adelante-. Formuló con preocupación.
InuTaisho, sabe que Miroku, tiene razón en lo que dice. En su estado, Inuyasha es capaz de cualquier cosa y así fue en efecto, la anciana Kaede, bajó desesperada hasta el gran salón del palacio, anunciando que Inuyasha no estaba en su habitación, que se había fugado del palacio. Miroku y Bankotsu no podían creerlo, InuTaisho estaba muy enfadado y ordenó ir a buscar a su hijo. Ordenó a Bankotsu y a Miroku que lo acompañen que el sabe donde debe haber ido. Les facilitó 2 pistolas iguales a la de Inuyasha y una espada a cada uno, subieron a una embarcación junto a 4 hombres y partieron a la isla de las sirenas, temían por sus vidas, ya que la amenaza de tormenta era inminente y el cielo cada vez más amenazante con desatar su furia.
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La isla de las sirenas ( InuXKag ) [Terminada]
RomantizmInuyasha Taisho un joven de 21 años busca la cura para la enfermedad para su padre que tiene una grave enfermedad, lo que hizo fue comer carne de sirena para obtener la juventud, pero fue una mentira para que el rey lo comiera. Kagome higurashi es u...