"Futuro Ex Novio"

Capítulo final

Perspectiva de Marshall

Aquí estaba, justo al lado de mi mujer donando parte de mi sangre para su recuperación... No solo nos uniría un lazo indestructible de amor como lo sería un hijo, también la sangre y el corazón. Yo solo deseaba que abriera sus ojos y que mi hijo se aferrara a la vida en la cuna de su vientre.

Terminado el procedimiento, salí de la habitación a esperar que surtiera efecto los tratamientos... En mi mente, ya no había pensamientos negativos o de odio, solo estaba el imaginarme mi vida junto a la mujer que amaba y a nuestro bebé, tenía la ferrea esperanza de que pensando en positivo, Dios escucharía mis plegarias.

Al cabo de una hora, el médico hizo acto de presencia

-Sr. Mathers, su señora despertó y desea verlo. Al parecer, pudimos normalizar el líquido uterino, sin embargo, es preciso que ella esté en total reposo. Puede pasar a la habitación -indicó de manera calmada-

-Así será doctor, me encargaré de ello, muchas gracias -le dí la mano y él la recibió-

-Gracias a Dios, ya están mejor -exclamó Ximena, aliviada-

Entré a la habitación y ahí estaba ella, adormilada y un poco solloza

-Marshall ¿Como está nuestro bebé? me siento un poco debil

-Es natural, tranquila, amor... El bebé está bien gracias al cielo pero debes estar en absoluto reposo, tu embarazo es de riesgo, preciosa-le tomé la mano- todo irá bien si seguimos las indicaciones del doctor-le besé la frente-

-Todo por culpa de ese desgraciado-tragó grueso- Marshall, tengo miedo, quiero que Jhon esté tras las rejas, de lo contrario, no estaré tranquila, está loco -mordió su labio nerviosa-

-Lo sé, nena, yo hice la denuncia junto a Ximena, lo están buscando... No te preocupes, no dejaré que nada malo te pase, esta vez, no -nos besamos-

Salí de la habitación e hice pasar a Ximena, sabía que le haría bien ver a su amiga, estaba nerviosa. Llamé a la delegación

-Si, Sr. Forben, habla Marshall Mathers, ¿Atraparon a Jhon Callaster? 

-Aún no señor Mathers, estamos en la búsqueda. Enviamos una patrulla para el hospital por seguridad, al parecer, el tipo está obsesionado con su señora, puede apersonarse allá... Cualquier situación irregular, nos lo hace saber -colgué el teléfono- 

Solo deseaba que no se apareciera por acá, no sabría si podría contener de no hacerle daño.

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Narradora:

Al fin en casa. Hailie y su nana me recibieron con unas flores, chocolates y una hermosa pancarta de bienvenida. Moría por salir del hospital, esos días allá fueron difíciles, entre policías, declaraciones, miedo latente a que ese hombre se acercara a hacerme daño a mi y a mi bebé, me tenían al borde de la ansiedad. 

Estaba feliz preparando mi baby shower, solo estaríamos familiares y personas más allegadas. Llegado el día, recibimos a los invitados y todos se sentaron a la mesa. Fui abriendo de a poco los regalos. Me causaba ternura cada mantita, tetero, o ropitas, nunca pensé vivir algo tan especial. Me estaba cuidando al máximo, aunque me aburria un poco en casa, acostada sin hacer mucho, la ilusión de la llegada de nuestro bebé, hacía que todo valiera la pena. 

Cuando ibamos a partir el pastel, tocaron a la puerta de la casa, Marshall estaba en la cocina con unos amigos buscando unas cervezas que faltaban en la mesa, así que le pedí el favor a Ximena que abriese... De pronto, escuché sus gritos, me sobresalté, algunos de los invitados trataban de calmarme y uno de ellos llamó a la policía... Empecé a llamar a Marshall a gritos y este en compañía de los amigos, se acercaron a la sala