Capítulo 11: olen kohtaavat

13.1K 784 125
                                    

Iba metiendo en el carrito de la compra los productos que me daba, la mayoría era comida: carne, verduras... lo que se compraría normalmente.

Se había ido a buscar la mermelada, bueno, solo estaba a unos metros de mí, podía ver su gran figura masculina al final del pasillo comparando los productos. Estaba algo aburrido esperando a que escogiese entre dos tarros que eran exactamente iguales, ¿qué tanto comparaba?

Miraba alrededor sin nada que hacer salvo esperar a que se decidiera a coger: ¡un maldito bote de mermelada! Fruncí el ceño exasperado, no lo soportaba más.

De repente sentí como mis ojos se abrieron más y agudicé la mirada hacia el otro extremo del pasillo. Lo reconocí de inmediato. Camisa de manga corta blanca con círculos amarillos que se alzaban en sus hombros, ese pantalón negro y justo en la cintura rodeando sus caderas ese característico cinturón que tenía varias funciones, pero su principal era portar los objetos más necesarios para un guardia. ¡Un guardia!

No sabía si lanzarme a sus brazos, pero en este momento era lo que más deseaba hacer, obviamente no lo conocía ni sabía si era de fiar o simplemente me tomaría por un loco, debía dar cada paso con precaución, algo casi imposible por culpa de mis desbocados latidos, que recorrían todo mi cuerpo y notaba como la sangre llegaba a todas partes calentando mi piel a su paso.

Aquel guardia, un hombre alto y corpulento se acercó a donde me hallaba cortando cualquier pensamiento, incluso podría jurar que el humo que salía de mi cerebro se detuvo pausando cualquier idea para salir de este aprieto.

Al acercarse pude observarlo bien. Cabello pelirrojo hasta los hombros, descuidado y exageradamente liso, ojos color castaño oscuro y su cara parecía como si hubieran cogido un pincel con pintura marrón y le hubieran salpicando sobre ella, solo que no eran manchas, sino pecas que pude apreciar cuando se detuvo a unos pasos de mí, ese rostro...

- ¿Kaniro? -dijo con una amable sonrisa que transmitía confianza- No me lo puedo creer ¿eres tú?

De repente caí en la cuenta y pude entender porque se me hacía algo familiar ese rostro.

- ¿Harry? -mis ojos se abrieron más de lo que estaban sin dar crédito a lo que veían.

¿Mi amigo al que no veo por varios años aparece repentinamente trabajando como guardia en un centro comercial?

Él prácticamente se lanzó sobre mí apretando mi cuerpo contra el suyo, correspondí con la misma fuerza segundos después ocultando mi cara en su pecho, últimamente me estoy dando cuenta de que la gente crece más que yo, todos se vuelven malditamente altos.

Al notar su olor familiar pude sentir como mi corazón se contraía con fuerza, era horrible y sabía lo que venía justo después, pero decidí contenerme, no me pondría a llorar en sus brazos aunque eso fuese lo que quería hacer en ese justo instante.

El abrazo duró un poco más de lo normal debido a mi agarre, no quería soltarlo, de verdad, pero tuve que hacerlo y también tuve que mirarlo a los ojos segundos después y pretender que nada estaba pasando.

Eché un vistazo hacia atrás y divisé como mi gran hombre venía en nuestra dirección, tuve que reprimir una risa amarga hacia el pensamiento. "Sí, un grandioso hombre, del cual estar verdaderamente orgulloso".

- Hola - dijo al estar con nosotros mostrando una impecable sonrisa, ¿era esta la faceta que le enseñaba a los demás?

-Hola -respondió Harry lanzándome una mirada de desconcierto.

- Él es... -pensé en como presentarlo aunque no estaba seguro de si debía hacerlo.

¿Un amigo, familiar, compañero? ¿Siquiera podía decirle que era mi maldito secuestrador? Ja, no lo creo...

- Jonh -dijo él extendiendo una mano después de dejar un tarro en el carrito, al fin se había decidido por uno.- Su compañero de piso -añadió mirándole a los ojos.

Sí, muy buena excusa, contuve un resoplido y los miré, a ambos.

Imaginé por unos segundos que Harry se pelease con Jonh, dudo que ganase, él era corpulento y fuerte, pero nunca en su vida se había metido en una pelea, lo conocía bien, en cambio Jonh, maldita sea, su apodo en el instituto seguramente fue "Músculos de hierro" o algo por el estilo, era fuerte, demasiado, a pesar de que Harry le sacaba unos centímetros más de altura, yo mismo lo había comprobado.

- Harry -respondió estrechando su mano con una sonrisa, no sospechaba nada.- Fuimos juntos desde la ESO hasta Bachillerato, éramos mejores amigos.

Mi mandíbula se tensó, "éramos".
¿Acaso te interesaste en llamarme después de que me fuera de la ciudad para estudiar medicina? Gracias a mis padres pude pero... Espera, mis padres. No había pensado en ellos estos días, tragué saliva. ¿Me estarían buscando? Ojalá fuera así. Mi relación con ellos era buena, me habían ayudado siempre, aunque ahora... Me sentía abandonado, ¿no le importo lo suficiente a nadie como para que alguien sospeche mi desaparición?

- Bueno, vamos con algo de prisa -Jonh soltó una suave risa después de que hubieran hablado sobre algo que no escuché, estaba ocupado en mis propios asuntos.- Aunque me encantaría saber más sobre eso.

Jonh miraba a Harry como... Como si fuera un desafío, ¿qué demonios significaba eso?

- Oh... -murmuró el pelirrojo tomando un trozo de papel de su libreta de cuero con páginas de rayas color amarillo pálido, y escribiendo rápidamente un número, me lo entregó sonriendo.- Espero que sigamos en contacto, cuando fuiste a la universidad de verdad pensé que habías desaparecido.

Asentí con la cabeza tomando el papel, lo miré y traté de memorizar el número, su número telefónico. Estaba algo resentido con él, pero eso era cosa de niños, ahora mi vida estaba en juego y... Y apenas estaba haciendo algo para remediarlo. ¿Correr ahora? Demasiado arriesgado ¿Delatar a Jonh?... Un silencio se hizo presente en mi mente, ¿delatarlo?

- Lo siento -dije en un murmuro, no sabía para quien lo estaba diciendo exactamente, a él por extrañamente preocuparle o a mí mismo por estar desperdiciando una oportunidad que no volvería a tener.

Y él con un simple "Adiós" se fue. Maldita sea, ¿esto era todo? ¿Hola, adiós y ya?

Fruncí el ceño sintiéndome triste, me sentí decepcionado por estar triste, y enfadado por estar decepcionado.

No sé lo que Jonh está haciendo con mi mente, pero no me gusta.

Al irse Jonh tomó el papel que me había dado, lo arrugó y se lo metió en el bolsillo, yo tomé el carrito con fuerza y agaché la cabeza, sintiéndome peor que la mierda.

Jonh envolvió mi cintura con los brazos segundos más tarde y me abrazó por la espalda, noté su sonrisa sobre mi nuca y mis ojos se llenaron de lágrimas, mis piernas comenzaron a temblar y mi agarre al carrito se volvió mas fuerte. Era un cobarde... Sí, lo tenía delante, solo decirlo y ya está, no era tan difícil, no, no lo era, y sin embargo no pude hacerlo.

Noté una suave palmada en mi espalda y un beso cálido en mi mejilla. Cerré los ojos con fuerza por unos momentos deseando que todo esto fuera un sueño y que al abrirlos despertaría, pero al hacerlo toda esperanza volvió a irse, y regrese al mundo real, un lugar que realmente apestaba cuando dabas un mal paso.

Y me quedé quieto.

Pensando porqué no había hecho nada, porqué todo había pasado tan rápido y porqué sentía que el cruel hombre que se hallaba a mi lado comparando de vuelta dos productos exactamente iguales era el único que podía reconfortarme en este momento.

Últimamente no me gusta mi forma de pensar.

Solo Un Juguete Más (Hard Yaoi) FINALIZADO. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora