Me encontraba sentado en una silla frente a la mesa del comedor, a mi lado se hallaba aquel asqueroso mirándome fijamente. Tenía mis manos entre mis muslos tapando mi entrepierna con mis antebrazos como podía. Pensaba en las posibilidades de escapar mientras aquel individuo posicionaba un plato con carne asada, ensalada fresca y patatas fritas con un pequeño charco de ketchup al lado. Olía muy bien y mi estómago gruñía pidiendo ser llenado. (N/A: cof cof xd pensé mal)- ¿No vas a comer? Se nota que tienes hambre -acercó el plato hacia mí.
Me molesté más de lo que estaba y con una mano lo aparté hasta donde llegaba bruscamente. Aquel comedor cuyas paredes rojas daban la sensación de estar en peligro se tornó todavía más silencioso que antes.
Él agarró el plato y cortó a trozos la carne, la llenó de ketchup y se metió el trozo a la boca. No tenía otra cosa más interesante para hacer que observar como los músculos de su mandíbula se contraían y se relajaban bajo la piel en cada mordisco.
Exhaló con fuerza por la nariz y luego volvió a tomar aire. En un movimiento rápido del cual casi ni pude replicar se levantó de la silla y se puso sobre mí tomando mi mandíbula y, presionando con el dedo índice y pulgar entre la unión de la mandíbula superior con la inferior, abrió mi boca. En menos de un segundo escupió lo que había masticado sobre esta, la cerró y puso la mano sobre ella. Tomé su brazo con fuerza y apreté clavando mis uñas. Se relamió los labios e hizo presión sobre la herida que tenía sobre el brazo herido que no usaba para agarrarle.
-Traga -dijo mirándome fijamente con seriedad, pero esa expresión cambió a una mueca de burla cuando sus cejas se levantaron un poco y sonrió de lado.- Te ves realmente patético.
Fruncí el ceño notando como aquella bola de comida y saliva llenaba mi boca y trataba de pasar por mi garganta hasta llegar a mi estómago. No lo iba a permitir, no quería.
- Si no lo tragas a la cuenta de cinco te alimentaré como si fueras un pájaro cada día hasta que mueras -me miraba y al ver que no le obedecía comenzó a contar mientras hacía más presión sobre mi herida.- Uno... Dos... Tres...
Eso dolía, era molesto, igual que todo esto. No tuve más opción que tragar cuando un dolor punzante en mi brazo hizo que mi vista se nublase por finas lágrimas.
Sonrió.
-Bien, veo que vas aprendiendo -me soltó.- Ahora cómetelo todo.
No pude rechistar más y me comí todo lo que había en aquel plato, él recogió el plato y se fue a la cocina, se oyó el agua, lo estaba lavando.
Solo de pensar en lo que había hecho momentos antes me daban náuseas, todavía recordaba el tacto de aquella asquerosidad en mi boca y era como si aún lo tuviera.
- Kaniro -me llamó saliendo de la cocina mientras se secaba las manos con una toalla.- Acércate.
Me quedé quieto sin mirarle, no podía ceder a lo que me pedía, aunque siempre lo acabase haciendo era muy molesto. Dio un paso y al instante me levanté con la mano sujetando aquella minifalda tapando lo que podía de mi intimidad. Pasaron unos segundos cuando decidí acercarme, mis piernas a los dos pasos comenzaron a flaquear, pero no era por miedo, no entendía que estaba ocurriendo. Caí de rodillas frente a él jadeando como si acabase de hacer un gran esfuerzo físico.
HOLIWIIS AMANTES KAWAIIS DEL YAOI, NOS LEEMOS XD
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Solo Un Juguete Más (Hard Yaoi) FINALIZADO.
RomanceKaniro Ashitomi, 19 años. ¿Fue causa del destino o simplemente tuvo mala suerte? Tomó una horrible decisión al entrar en el lugar que causaría su perdición. Como dicen, él estaba en el lugar y momento equivocado. Fue vendido como un esclavo y ahora...