Capítulo 12: 危険

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@@VaniaYamilet   Saludos, gracias por seguir mi historia <3

Tuve que escuchar a Jonh todo el día, sacaba tema de conversación hasta de un maldito globo que se alejaba volando por el cielo, me comentó algo de los dirigibles, que eran altamente explosivos por el hidrógeno que contenían o algo así, no es que me interesara en lo que me explicaba.

- Es por eso que la sangre se considera un tejido -hablaba mientras se tomaba un batido sentado a mi lado, yo bebía del mío propio, lo pedí de fresa cuando él insistió en que debía beber uno.

Estaba sumergido en mis pensamientos dando pequeños sorbos cuando decidí prestarle algo de atención manteniendo mi ceño fruncido.

- Aunque supongo que eso ya lo sabes -se encogió de hombros.- Estudias medicina, después de todo.

Asentí con suavidad rodando los ojos atento a los niños que corrían entre los pasillos a los lados de las mesas, nosotros estábamos sentados en una esquina bastante íntima.

Al terminar él pagó y fuimos al coche, dejamos varias bolsas con productos y ropa por los asientos traseros, ya que habíamos llenado el maletero con bolsas de comida.

Nos acomodamos en nuestros asientos y él comenzó a conducir, no fue hasta que estábamos por la autopista principal que me di cuenta de lo que dijo y fruncí el ceño inconscientemente.

''Estudias medicina, después de todo.''

Su voz resonando por mi cabeza, una y otra vez, el miedo y la incertidumbre invadieron mi cuerpo.

¿Cómo demonios él sabe que yo estudio medicina? ¿Me vio salir de la universidad aquel día? No... Él no fue el que me secuestró, ¿cierto? Nos ''conocimos'' después de eso.

Le lancé una mirada acusadora.

- Jonh -dije tragando saliva notando como la nuez de mi cuello subía y volvía a bajar con velocidad.

Él sonrió, quise golpearle para que borrase esa estúpida sonrisa, esto era malditamente serio, todo en este asunto lo era.

- ¿Qué quieres? ¿Te vas a confesar? Adelante, no te voy a juzgar -soltó una suave risa sin apartar la vista de la carretera.

Respiré hondo antes de responder mientras mi mirada se clavaba en la suya de manera avizora.

- ¿Cómo sabes que estudio medicina? -me daba miedo, de verdad, me daba mucho miedo saber su respuesta.

Pasaron dos latidos antes de que contestara.

- Bueno -se rascó la nuca antes de proseguir.- Sé bastantes cosas sobre ti, pero fue gracioso ver cuantas alarmas tenías en tu teléfono -se rió y dio una suave palmada en el volante.- ''Estudiar, examen lunes'', ''esquema sistema nervioso jueves'', ''entregar trabajo''.

Fue citando cada una de mis alarmas y me puse a la defensiva.

- ¿Hay algún problema con eso? Me gusta apuntarme las cosas para que no se me olviden -solté un gruñido, volviendo a mirar a través de la ventana, nuevamente mi mente jugó con las farolas de la calle y los árboles tras ellas.

A este paso no sacaría ninguna información para usar en su contra en el momento indicado, solté un suspiro de frustración, necesitaba urgentemente algo a lo que agarrarme, ya no sabía de donde sacar más esperanza, y me quedaba muy poca.

Cerré los ojos notando un gran bulto en mi garganta que no podía subir ni bajar, se quedaba allí llenando mis mejillas de saladas lágrimas, rápidamente pasé ambas manos sobre mis pómulos para secarlas, me angustié al esparcirlas más y tener que limpiarme varias veces.

- No pensé que aguantaras tan poco -dijo sin mirarme manteniendo la vista en la carretera, su pecho subía y bajaba con cada inhalación y exhalación que hacía, parecía nervioso.

- Es una pena decepcionarte -contesté cuando mis ojos comenzaron a secarse y pude ver todo sin una capa de líquido turbándome la vista.

Eso fue lo último que dije, ya que no respondió, volví a observar el paisaje, al poco tiempo cerré mis ojos y dejé que el sueño me consumiera.


Jonh

Solo un momento, solo un mísero momento viéndolo débil y frágil hizo falta para derrumbar todo el escudo que había forjado a mi alrededor. 

Me inundé en la más oscura desesperación, debía cederlo ya, me había saltado la fecha de entrega, pero conforme pasaba el tiempo me sentía incapaz de imaginarlo con otra persona, quizás lo mejor era acabar con este asunto cuanto antes.

Aparqué el coche en la parte trasera de mi casa de campo y lo apagué, estuve un momento esperando a que Kaniro despertase, era evidente que estaba dormido, siempre ronca, es fácil saber cuando finge. Pasó un buen rato hasta que decidí despertarlo por mí mismo. Me acerqué a él y como si fuera la Bella Durmiente le besé mordiendo suavemente su labio inferior, su primera reacción fue obviamente despertar, la segunda ponerme la mano en la cara y la tercera salir del coche rápidamente, era tan predecible a veces y tan incomprensible otras.

Me ayudó a llevar las bolsas y las depositó sobre la mesa del salón, le agradecí en silencio y decidí observarle mientras organizaba todo, primero admiraba su cabello, luego mi mirada fue bajando hasta posarse sobre sus nalgas, solté un sonoro bufido a lo que él respondió girándose sobre sí mismo y lanzándome una mirada acusatoria.

Di varios pasos hasta tener su cara entre mis manos y junté nuestros labios, amaba la forma en la que me sentía al tenerle cerca, provocaba una fuerte reacción en todo mi cuerpo. Ladeó su cabeza cortando el beso tiempo después agachando la mirada, me limité a abrazarle y esconder mi cara en su cuello disfrutando de su cercanía y olor. 

Solté una suave risa, era irónico como habían cambiado las cosas, en vez de ser el secuestrador sería el secuestrado, me encontraba en una insólita situación, estaba agarrado por ambos lados, y no sabía que cuerda cortar.

Solo Un Juguete Más (Hard Yaoi) FINALIZADO. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora