En medio del trayecto quedé inconsciente recostando mi cabeza sobre el hombro de aquel tan malvado chico. Cuando desperté volvía a estar en la misma cama en la que yacía el primer día, bueno, ayer. De nuevo estaba desnudo, a excepción de unas vendas que cubrían mi torso y espalda. ¿Este tipo intentaba ser amable conmigo curándome? ¿Qué es lo que tramaba? Maldita sea, debería haberme matado allí si tanto me odia, ese idiota...
Oí pasos y miré directamente hacia la puerta mientras esta se iba abriendo poco a poco y dejaba ver una cabellera rubia entrar por ella. Cerré mis ojos de inmediato tratando de parecer dormido sin éxito alguno cuando comencé a respirar agitado al notar su mirada fijamente en mí.
Sus manos tomaron la sábana y la jalaron hacia abajo para quitármela. Si quería ver la herida esta ya estaba al aire y no se hallaba cubierta por aquella fina sábana roja, así que él trataba de ver más abajo de mi abdomen. Tramaba algo, y mis instintos me gritaban a todo pulmón que sus intenciones no eran buenas.
Abrí ambos ojos a la vez y le lancé una feroz mirada manteniendo mi ceño fruncido mientras sujetaba con fuerza la sábana.
- ¡Wow! -su expresión fue de sorpresa.- Pensé que te harías el dormido todo este tiempo -dijo con ironía.
- ¿No puedes dejarme tranquilo ni un momento? -le miré con cansancio tragando el temor que sentía cada vez al verle.
El dolor agudo de mi espalda me recordaba lo que era capaz de hacer, tragué saliva.
- No tiene sentido ocultar nada -dijo mientras se acercaba a mí tomando mi barbilla.- Ven, no te resistas.
Me besó de manera lenta, no pude corresponder por su cercanía y di un respingo cuando introdujo su lengua en mi boca y rodeó mi cintura acercándome a él.
-Para mm... -junté con fuerza mis labios y ladeé la cabeza pero aun así él pasaba su lengua sobre ellos tratando de abrirlos.- ¡Basta!
Tomé su camiseta entre mis puños e hice fuerza para alejarle, ''Juan'' parecía calmado mientras se metía la mano en el bolsillo y de pronto sentí un placer tan intenso que nubló mi vista.
- ¡¡Mgh!! -apenas podía hablar, justo en... mi trasero, algo vibraba con mucha potencia, se sentía malditamente bien.
Aún con el intenso placer que sentía todavía me dolía la herida que me causó ayer. Abrí como pude mis ojos y le miré deseando que parase. Él tenia una sonrisa amplia y en su mano sostenía lo que parecía ser el mando que controlaba aquella cosa que vibraba dentro de mí. Alcé mi brazo tembloroso intentando arrebatarle aquel objeto.
- Hey -lo guardó en su bolsillo.- No, este es tu castigo, pequeño pez.
Le miré suplicando con la mirada, gemía con fuerza y me retorcía, cada vez que lo hacía mi herida ardía y dolía como el mismo infierno, debía hacer algo, y tenía que actuar rápido si quería que este.... ''castigo'' terminara.
No me contenía a la hora de soltar mis gemidos, ya que contenerlos era todavía peor, dolía más. Noté como su gran mano acariciaba el interior de mi muslo derecho y luego tomaba mi miembro, un cosquilleo placentero recorrió todo mi cuerpo indicándome que me iba a correr pronto, maldita sea....
- Todavía no -apretó con fuerza mi miembro e hizo presión con el pulgar sobre la uretra para asegurarse de que no me pudiera liberar.- Tienes mucho que aprender y lo primero es respetar a tu superior.
Apenas podía hablar, lo único que emitía eran gemidos y uno que otro gruñido, me estaba desesperando, el orgasmo estaba tan cerca que me costaba respirar. Abrí mis ojos y miré su torso ahora al aire, ¿cuándo se había quitado la camiseta blanca que llevaba? Pude observar lo bien definidos que eran sus músculos y lo reluciente que era su piel. Por alguna razón me excité más de lo que estaba, quizás por que mi mente todavía estaba aturdida o por lo bien que se sentía mi trasero, pero me estremecí tomando con fuerza su mano tratando de apartarla algo desesperado.
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Solo Un Juguete Más (Hard Yaoi) FINALIZADO.
RomanceKaniro Ashitomi, 19 años. ¿Fue causa del destino o simplemente tuvo mala suerte? Tomó una horrible decisión al entrar en el lugar que causaría su perdición. Como dicen, él estaba en el lugar y momento equivocado. Fue vendido como un esclavo y ahora...