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—¿Estoy bien así, no? —le pregunto a Lucy.
—Boluda, es la quinta vez que me preguntas. Sí, estás re linda. Hoy te coges a ese Ecko.
—No, nena. Ecko tiene novia y son re lindos juntos, yo ahí ni me meto. A mí me vuela el short otro pibe.
—Te lo digo así: con ese short de cuero el culo te queda de diez, y con esa básica blanca parece que te fueran a explotar las tetas. Sos la que más culo y más tetas tiene de nosotras, aprovechalo. —se mete Nati.
—Las ventajas de ser gorda. —le digo sonriendo y guiñándole un ojo.
Me pongo la campera de jean que tenía atada a la cintura porque el verano ya termina y empieza el otoño y me voy a re cagar de frío sino. Caminamos hasta Viel y Formosa, y toco el timbre del departamento que me dijo Matías.
—¿Quién es?
—Soy Lola —digo; se escuchan risas del otro lado—. Me invitó Ecko.
Se escucha el "prrrr" ese de que te abren la puerta (ahre esas explicaciones) y entramos y nos subimos al ascensor. Golpeo la puerta del 7A y tardan como cinco minutos en abrirnos.
El olor a porro que hay es impresionante, el aire está tan viciado que para ventilar más que abrir una ventana hay que tirar abajo una pared. Matías nos presenta a los pibes aunque yo conozco a la mayoría, y saludamos a todos con un beso en el cachete.
—Este es Duki, Markitos, Wolf, Midel, Nacho que ya lo conocés, Lukitas, Dani, Iacho y Lit. Y Dam que está arriba en el baño.
—Cagando seguro. —se ríe MKS.
Sonrío por simpatía pero en realidad, por adentro, ME ESTOY MURIENDO. Cuando Ecko dijo "Dam" mi corazón pasó de 1 a 220, literal. De entre todos estos flacos, Damián es el que más me puede. No sé por qué pero me puede. La mandíbula, la sonrisa, la altura, cómo rapea, los dedos que tiene, las ganas que tengo de que me rompa en ocho cuando veo una foto de él fumando; no sé qué es.
—Eh, a vo' te conozco de algún lado. —me dice Lit señalándome.
—Fui varias veces al Campito a mirar —le digo—. Por ahí de eso.
—¿Vos sos la que compitió contra Ecko y Nacho? —pregunta Wolf; yo asiento—. Me contaron que la rompiste.
—Bue, no soy tan buena como dicen.
—¡Qué no! —dice Matías—. Eu, Iachín, tirate un básico.
—No, no, no, ni loca. —Alta vergüenza rapear enfrente de todos ellos; imaginate, Duki que tiene flow hasta garchando, MKS que es tremendo, Lit que tiene pulmones con más capacidad que el Estadio Único de La Plata... Ni ahí, man, ni ahí.
