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—¿Vas a la joda de Duki, no? —pregunta Dam mientras me hace una trenza y yo me pinto las uñas.
No lo entiendo muy bien: una semana atrás, ni siquiera me hablaba; hoy, se pasó todo el día en casa conmigo, hablándome y mirando películas en mi pieza.
—Loco, es la décima vez que preguntás. ¿Qué tantos nervios?
—No, por nada, dejá —Se queda callado unos segundos—. ¿Te puedo hacer una pregunta?
—Si es sobre si voy a ir a la joda, te rompo la cara, Nicolás.
—No, wacha, no es eso. Es otra cosa...
—Dale, decime, puto.
—El otro día... me junté con Duki, y... Bue, me dijo que te re da.
AHRE.
—¿Que Duki me da? Dah, boludo, todo bien pero no estoy para jodas.
—Te digo en serio, Lola.
—Pero... Yo...
—¿Vos también le das?
—No, a ver, sí... Darle obvio que le daría, el pibe está re bueno y es un crack, pero nada más que eso. No es alguien con el que querría salir, no es mi tipo.
—Me dijo que hoy te iba a comer la boca. En la joda.
—¿Para eso rompías las pelotas? ¿Para que vaya así Mauro me puede dar?
No sé por qué, pero ya no me gusta esta conversación.
—Más o menos... Lucía me contó que no te comes a nadie desde el cumpleaños del primo de Nati, y qué sé yo, el Duki es mi amigo, y vos sos mi amiga, pensé que podrían engancharse.
—Damián, no. Primero, estoy bien como estoy. Me chupa un huevo si no chapo desde hace cuatro meses, me-chupa-un-huevo. Y segundo, Lucy le re da a Lombardo, y yo no pienso cagarla.
—¿Lucía le da? —pregunta asombrado.
—Sí, le gusta. Además, pensalo, sería re raro comerme a Duki porque somos amigos, y yo no quiero ninguna relación con nadie... Qué sé yo, quedaríamos mal y sería rarísimo.
—Mal, es como si vos y yo chapáramos. —se ríe él.
—Claro, exacto —digo tratando de sonreír. Me levanto de la cama y agarro un corpiño y una tanga—. Me voy a bañar.
Salgo, me cambio de ropa, y me maquillo. Me puse un vestido negro escotado que quería estrenar hace un montón, y lo combiné con una campera de jean re piola con parches de rosas y pelotudeces así. Me pongo mi perfume y le tiro un poco a Damián, porque el gil no se quiere bañar y tiene tremendo olor encima.
Esperamos un rato hasta que se haga la hora y salimos para la joda. Cuando llegamos, están todos sentados en ronda tomando chupitos, menos Duki que está afuera fumando. Dam me dice que va al kiosco a comprar no sé qué y se va, por lo que para no quedarme sola decido salir y hacerle compañía a Mauro.
—Con vos quería hablar —digo pegándole en el hombro—. Me dijo Dam que vos le dijiste que me dabas.
—¿Y?
—Y si sabes que a mí me vuelve loca Damián, ¿qué flasheas, Duki?
—Uh, Lola, vos sabés que te doy. Nunca dije que quería que fueras mi novia ni nada. La primera vez que nos vimos, en la casa de Lukitas, te tiré las re indirectas.
—Mauro, yo te re comería la boca, pero no puedo.
—¿Por Lucía, no? —suspira.
—¿Cómo sabés?
—Vino a casa a hablar anteayer, me tiró la boca pero arrugó al final, y nos pusimos a hablar. Me dijo que le parecía lindo pero que le gustaba otro pibe. Imagino que me estaba hablando de Midel, que hace poco cortó con la novia pelotuda esa que tenía.
¿ES JODA? ¿SOY LA AMIGA Y NO ME ENTERO DE ESTAS COSAS?
—Bue, entonces no sé...
—No te la compliqués, Lola. —dice tirando el pucho al piso y pisándolo, para después ponerme una mano en el cachete y darme un beso.
Yo no sé cómo hace, pero chapa re bien el hijo de puta. No sé cuánto tiempo pasa, pero nos separamos cuando la música se corta y se hace el re silencio.
—¿Ves? Un beso nada más. —me sonríe.
—Tremendo beso, la concha de tu hermana que se llama Candela. Todavía no entiendo por qué no tenés wacha. La volverías re loca.
—Lo mío son las putas, no el anillo. —me guiña el ojo.
—Yo no soy ninguna puta, gordo pajero. —respondo golpeándolo.
—Weeee, no te enojés, beba —se ríe—. Che, ¿qué onda? ¿Se cortó la música?
—Mal, 'ta todo en silencio, ¿qué estará pasando?
Entro a la casa y lo primero que veo es a todo el mundo parado, mirando a Dam que tiene el brazo alrededor de una piba.
—¿Cortamo' la música, bro? ¿Qué pasó? —habla Duki, pero deja de sonreír en cuánto lo ve a Dam.
—Lola, ella es Milagros, mi novia. —es lo que responde el morocho, rascándose la nuca.
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*QUE SE PUUUUDRAAAA
ahre
por ahí a la noche si no estoy ocupada (haciendo nada) subo otro
