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—¿'Tás bien? 'Tás media apagada. —me dice Lit sentándose al lado mío.
—Le dije a Damián que me gustaba. —confieso resignándome.
—¡Esaaaa!
—Pero también le dije que no quería volver a ser su amiga ni nada —me tapo la cara con las manos—. Mi cabeza es un quilombo, Mauro. Quiero romperle la boca de un chape pero al mismo tiempo no quiero nada con él. Cuando lo veo me acuerdo de todas las cosas que me dijo y de cuando entró a la casa de Duki con Milagros y...
—Eu, wacha, pará un poco, relajá —dice pasándome el brazo por los hombros—. Vo' pensalo así: ¿qué te hace peor, estar con Dam o estar sin Dam?
—Y... Lo extraño, no sabés lo lindo que era pasar todo el día juntos, pero... Me hacía mierda saber que me veía como una amiga nada más. No quiero volver a pasar por eso, Lit.
—Yo te digo lo que pienso, que pa' mí estás mejor cuando 'tás con él. —sonríe; después se para y se va, dejándome sola sentada en el patio de la casa de Midel.
No sé lo que quiero, no sé lo que no quiero, no sé nada. Amo a Damián, es un pibe que me volaba la cabeza desde antes de conocerlo, y que después de hacerse más cercano, me vuelve todavía más loca. Pero me dolió. Me dolió que me dijera todas esas cosas, que volviera con la ex sin decirle nada a nadie, y que volviera a fumar. Literalmente no tengo ni puta idea de qué hacer.
Por ahí, lo mejor... Es...
—No me voy a cansar nunca, Lola —dice Damián sentándose al lado mío, tambaleándose un poco—. Quiero que hablemos.
Tardo un poco en responderle, para pensarlo bien.
Bue, ya está. Es ahora o nunca.
—Dale, hablemos, Damián.
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*quedan tres capítulos nada más awwww
mañana expongo en política y ciudadanía y soy UNIDAD CIUDADANA y no sé nada, me van a romper el orto de una maneraaaaaa
