Me morí por milésima vez.
Le respondo con una sonrisa nada más, me paro y abro la puerta de calle. Me siento en la medianera, y él hace lo mismo, sacando el paquete de cigarrillos del bolsillo del jean.
—Odias el pucho, ¿no? —dice con una sonrisa.
—¿Eh?
—Tenés la misma cara de asco que cuando me puse a fumar al lado tuyo en el depto de Lukitas.
—No es que lo odie, simplemente no me gusta. El olor me hace mal, y no me trae buenos recuerdos. Mi abuelo murió de cáncer de pulmón. Fumaba desde los siete —le explico—. Pero cada uno hace lo que se le canta; yo no le voy a andar diciendo a la gente lo que tiene que hacer o dejar de hacer.
Damián me mira, mira al cigarrillo, lo tira al piso y lo aplasta.
—Hace bastante que estoy pensando en dejarlo —dice—. Es más difícil de lo que pensaba.
—¿Es por lo del free, no? Porque no podés respirar bien —se me queda mirando—. No sé, digo, me imagino.
—A veces lo veo al Lit y lo envidio, yo llego a hacer lo que hace él y me salieron los pulmones por la boca. —me hace reír.
—Mirá, no somos amigos ni nada, pero si vos querés dejarlo, puedo ayudarte. No sé cómo, pero te ayudo igual.
No puedo creer lo que acabo de decir.
Dam me sonríe.
—Gracias, Lola. Sos una piba de oro, posta.
Le estoy por responder cuando la puerta de casa se abre y sale Ecko con la campera en la mano.
—¿Vamos yendo? —Dam y yo nos bajamos de la medianera; estoy por entrar y Matías me agarra del brazo, tirándome para atrás—. Me parece que ya te saqué la ficha.
—¿De qué hablas?
—Vos sabés de qué hablo, Lolita. —me guiña un ojo y se va.
La putísima madre.
Viajamos todos en colectivo hasta Apple, cuando llegamos le digo al patova que estamos en lista a nombre de Emiliano, y después de chequearlo nos deja pasar. Lucía me deja a los dos segundos más o menos porque se va con Midel a hablar; y Lucas e Iacho se van a encarar a dos minas, así que me quedo yo sola con Duki, Ecko, Lit, Wos y Dam.
—¿Por qué no vas y lo encarás? —me susurra Matías en el oído, apareciendo al lado mío de la nada.
—¿Eh? ¿A quién?
—Dale, Lola, no te hagas. Le tenés las re ganas a Dam.
—¿Qué flasheas? No, no.
Agradezco que no se vea un choto porque sino se daría cuenta de que estoy toda roja.
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tentación ❀ dam
Fanfic«voy drogado aunque no fumo, por sus besos desayuno» 22/09/17 - 18/10/17 • @smokeweedmalik