I M P R I M A D A [TERMINADA]

Lynn II

Lucy fue la que habló después de un par de minutos en silencio.

—Escucha, Lynn —comenzó—, se supone que la imprimación ocurre entre los de nuestra especie... Hay muy pocos, realmente pocos casos en los que ha pasado con una humana...

No dije nada durante otros segundos.

—Vale. Así que yo seré una viejita y tú seguirás siendo el guaperas de turno —dije—, y para remediar eso me vas a transformar —dije.

—No —dijo Aiden.

—¿Por qué no? Yo también quiero correr por los bosques cual perrito salvaje...

Aiden pareció irritarse aún más.

—Esto no es una broma, Lynn —dijo.

Me crucé de brazos.

—Entonces, ¿por qué me has traído aquí?

—Porque quiero que estés a salvo, y estas a salvo si estás conmigo —dijo relajándose un poco.

—¿Y cuál es el descomunal peligro al que me expongo exactamente? —pregunté sin abandonar mi tono sarcástico. Y más porque sabía lo que irritaba a Aiden.

Aiden negó con la cabeza y se levantó del sofá, sin decirme nada, ni a mí ni a los demás, subió por las escaleras.

Suspiré.

—Bueno supongo que ninguno va a contarme qué estaba pasando aquí, ¿no? —pregunté. Todos miraron para otro lado—. Genial.

Decidí ir a buscar a Aiden. Y me lo encontré allí, en su cuarto mirando por la ventana.

—Quiero que tengas la mejor vida del mundo, Lynn —dijo—, no puedo describirte lo que siento por ti —continuó—, es mucho más que... querer; sería cualquier cosa para ti, daría lo que sea por ti, moriría por ti—hizo una pausa—, pero eres humana. Tendrás una larga y feliz vida humana porque me aseguraré de que aquí sea, pero... cuando tú mueras... moriré yo también.

—¡Qué? —dije. Aiden no me miró. Así fui hasta él y tiré de su brazo. Miraba el suelo.

—Solo imprimas a alguien una vez en la vida, si esa persona muere, tu mundo ya no tiene sentido. ¿Cómo iba a vivir en un mundo sin ti, Lynn? —preguntó, aunque no esperaba una respuesta. Levantó una mano y me apartó unos mechones de pelo de la cara—. Los demás están enfadados conmigo, quieren que te... transforme, porque si algo te pasara dejaría a tres lobos a su suerte.

—Bueno hay quien dice que tres son multitud —dije y me encogí de hombros.

No bromeaba, simplemente intentaba quitarles dramatismo a sus palabras. Aiden se rio.

—¿Cómo eres así? —dijo para sí.

Me volví a encoger de hombros.

—¿Cómo eres tú así? —pregunté yo—, ¿piensas mantenerme captiva aquí hasta que me muera?

Aiden bufó, se acercó a mí.

—Como si eso fuera un problema para ti —dijo él muy cerca de mi oído y me provocó un escalofrío. Aiden se rio contra mi cuello y esas malditas descargas recorrieron todo mi cuerpo.

—¿De qué... de qué me estas protegiendo exactamente? —pregunté apartándome un poco de él para no dejarme hechizar.

Aiden suspiró. Me cogió de una mejilla y me acercó a su cara, me dio un beso en la frente.

—Ven, es hora de que sepas quienes somos.

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Holaaa, holaaa!!

Aquí subo otro capítulo más!

Mucho amooor para todos <3<3<3<3

-Leli.