Habíamos quedado con Aiden cerca de los bosques de su casa. Bajé del coche con Clara a pocos pasos detrás de mí. Se paró en seco cuando vio que estábamos en mitad de la nada.
—Lynn, ¿dónde vamos? ¿Pero por qué me has hecho venir aquí? ¿Me lo puedes decir ya? —preguntó mi amiga poniéndose nerviosa.
—Ahora lo verás —dije arrastrándola hasta Aiden. Él estaba apoyado contra un árbol. Estaba relajado y tenía los brazos cruzados haciendo que se le marcaran los músculos. Nos miraba divertido cual modelo de Calvin Klein. Que rabia me daba que fuera tan... perfecto.
—Tia, ¿qué haces? Estás loquísima —dijo Clara claramente desconfiando de mis intenciones.
Llegamos hasta Aiden. Me acerqué a él y él me agarró a la mínima que me tuvo a su alcance. Me acercó a su cuerpo y se inclinó para darme un beso en la mejilla. Con su maldito aroma envolviendo y las descargas eléctricas que sentía cada vez que me tocaba, casi se me olvida que Clara estaba mirando la escena con cara de pocos amigos.
Me alejé de Aiden.
—Aiden, enséñale —dije volviendo al lío.
Aiden me miró y levantó una ceja; no se esperaba que fuera tan directa.
—¿Qué pretendes, Lynn? ¿Quieres que le de un ataque al corazón? —preguntó divertido.
—Tu idea ha sido. Enséñale que eres... da igual. Tu hazlo. Es mejor que lo vea y ya está —dije.
Aiden se rio un poco.
—Está bien —dijo.
Se quitó la camiseta. Ahora era Clara la que levantó una ceja. Joder, que bueno estaba Aiden. ¿Alguna vez me iba a acostumbrar?
Se bajó los pantalones también.
—No voy a hacer un trío con vosotros —dijo Clara señalándonos a ambos y con cara confundida— esa no va a ser la manera de arreglar las cosas —añadió, luego señaló a Aiden—, aunque parezcas un dios griego, sorry.
—Cállate y mira —le espeté yo cortándole el rollo.
Y justo en ese momento Aiden se quitó los calzoncillos. Y Clara gritó y se dio media vuelta y se tapó los ojos con las manos.
—¡Aiden, por Dios, vístete! —le gritó de espaldas a él.
Él se rio. Aproveché para admirar su cuerpo el rato que Clara estaba de espaldas. Aiden captó mi mirada juguetona y me miró de la misma manera. Me mordí el labio. Uff, céntrate Lynn.
Los ojos de Aiden brillaron ese intenso dorado y fui hasta Clara para volver a darle media vuelta.
—Clara, si ni lo ves no vas a creerlo —dije.
Y entonces Clara vio como el cuerpo de Aiden se encogió hasta quedarse en un precioso lobo del mismo de su pelo. Para mi sorpresa se le quedó mirando callada, con los ojos abiertos como platos y sin hacer ningún sonido.
A los dos minutos me empecé a preocupar.
—¿Crees que sigue respirando? —le pregunté a Aiden-lobo. Él se acercó a mí hasta que su hocico tocó mi mano. Le acaricié.
—No...puede... ser... verdad —dijo repente Clara separando exageradamente cada palabra.
—Sí... —dije y me rasqué la cabeza—. ¿Ves cómo era algo que no se podía contar así como así?
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¡Hola de nuevo! Ya sé que he estado unos días sin actualizar, peroooooooo aquí va otro capítulo! Esta semana subiré unos cuantos más jijijiijijijijijii
Muchas graciaass y mucho amoor <3<3
-Leli.
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I M P R I M A D A [TERMINADA]
Hombres LoboY de repente... ella. Miré su rostro y... solo estaba ella. Su risa resonaba en mis oídos una y otra vez. Su sonrisa se me había quedado grabada en la memoria para siempre. Jamás en mi vida había sentido algo así. Nunca hasta ahora había visto a un...