I M P R I M A D A [TERMINADA]

Aiden

Lynn había insistido en volver a casa hoy, para estar lista para las clases de mañana. Yo no estaba de acuerdo, quería que se quedara aquí, pero entendía que su madre estaría preocupada. Pero yo también estaba preocupado; esta noche era luna llena. Todo eso de que con la luna llena nos convertíamos en lobos asesinos no eran más que historias urbanas y mitos. Sí que nos afectaba, pero no como la gente creía.

Lynn había ido a recoger sus cosas. Aproveché para hablar con mi manada.

—¿Estaréis bien con la luna llena? —pregunté dirigiéndome a todos.

Los tres asintieron.

—A ellos también les afecta —dijo Liam—, no se atreverán a tomar forma esta noche.

Se refería a los Randers. Tenía razón, pero no me tranquilizaba del todo. Lynn era mi prioridad número uno, pero mi manada también era mi responsabilidad y jamás me perdonaría si algo malo les pasara. Notaron mi preocupación.

—Estaremos bien, Aiden —prometió Liam—, quédate con ella.

Lynn y yo permanecimos largo rato en silencio durante el trayecto en coche hasta su casa. Fue ella la que lo rompió.

—Vas a conocer a mi madre —dijo de la nada.

—¿Qué? —pregunté algo asustado.

Ella se rio.

—Sí, he pensado en que me gustaría que la conocieras.

Se encogió de hombros como restándole importancia. Pensé que éste sería un buen momento para preguntar por su padre.

—¿Y... tu padre?

Me arrepentí en el momento en el que vi la forma en la que se le tensó su cuerpo. Se puso a la defensiva y gracias a mi oído podía escuchar cómo se le aceleró el pulso.

—Somos mi madre y yo —dijo seca.

No dije nada, me limité a asentir.

Pasaron unos minutos y se relajó.

—Siento haber saltado así —dijo. Le puse una mano en la rodilla y le di unas palmaditas, haciéndole saber que no pasaba nada—, hace unos años que solo somos mi madre y yo.

—Quiero contarte —dijo. Esperé paciente y ella continuó—. Mi padre nos abandonó hace unos dos años. Conoció a otra mujer. Sabes, no me enfada el hecho de que haya conocido a otra mujer, supongo que esas cosas a veces pasan, lo que sí que no le perdono es que nos abandonara. Rompió todo contacto con nosotras para poder formar una nueva familia. Mi madre... ella lo pasó realmente mal. Así que no me gusta hablar de mi padre, y no sacaremos más ese tema.

Asentí.

—Vale, en ese caso —dije intentando cambiar de tema—, ¿me vas a presentar a tu madre como tu novio?

Ella levantó las cejas por la sorpresa. Apuesto a que no había caído en eso. Se volvió a poner nerviosa. Me encantaba lo insegura que le hacía sentir a veces.

—No eres mi novio, Aiden —dijo intentando sonar segura de sí misma.

Me reí.

—Claro que lo soy —dije aparcando enfrente de su casa.

Esto iba a ser divertido.

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Dentro de poco llegaremos a los 40KKKKK!!!!!!

Graciaaas <3<3

-Leli.