-¿Quién es usted? – preguntó Logan viendo fijamente a la persona a mi espalda, ¿Cómo iba a salvarme de esta? Si antes no estaba decidida a llevarme de vuelta a la ciudad, seguro que después de verme besando a un hombre que no encajaría ni de cerca al prototipo de hombre que tienen pensado para mí, me levara hasta arrastrada si es necesario, incluso es probable que termine en un convento.
-Eso mismo debería preguntar yo, me puede explicar ¿Qué hacía usted besando a mi hija? Porque más les vale tener una justificación valida, y tu Ámbar, ¿Por qué no me das la cara? – mascullo furiosa mi madre, suspiré y giré, abriendo un ojo primero y luego el otro.
-Hola mamá, pensé que llegabas en una semana – puse mi mejor sonrisa, aquella que solía poner siempre que hacia alguna travesura, solía aplacar un poco el temperamento de mis padres, pero la rabia en los ojos de mi madre no disminuyo, incluso podría decir que aumento, estaba serios problemas.
-Claro, como suponías que llegaría hasta dentro de un mes entonces andas besándote con cualquier que se cruza en el camino, y yo defendiéndote de tu padre para que te permitiera quedarte un poco más porque estabas concentrada en tu trabajo de grado, ¿Qué diría si te viera comportándote como una…
-¡Mucho cuidado con lo que dice señora, su hija es una mujer que merece respeto! – gritó Logan silenciándola, pero lo miré y negué con la cabeza.
-Quiero escucharla, no importa, igual terminé siendo una cualquiera por besar a un chico, ¿Increíble no? Es una suerte que sea su hija, no me imagino como me trataría si fuera una persona diferente, pero eso pasa por nacer en una familia a la que solo le importa el dinero– me crucé de brazos y la enfrenté, tal vez había conseguido la valentía necesaria para hacer lo que de verdad quiero, no lo que me impone la sociedad, mi familia o la ley, ya no importaba mi estúpida investigación, quiero vivir, solo eso.
-¿Con que si? Bien, es hora de llevarte a casa Ámbar, nada de excusas, hoy mismo volamos de vuelta a la ciudad – clave mis pies al suelo.
-No.
-¿No? Te llevaré, te guste o no, además eso era lo que iba a hacer en una semana, ¿Qué importa si es una semana más o una semana menos? Te vas conmigo y es mi última palabra – bien, pues entonces era el momento de luchar por lo que quiero.
-¿Te ibas a ir en una semana? ¿Cuándo pensabas decímelo? ¿Cuándo estuvieras subida en el avión acaso? – preguntó Logan a mi lado, suspiré, un problema más a la lista.
--Pensaba decírtelo pronto Logan, es solo que no tuve el tiempo suficiente – dije mirándolo – es solo que no sabía cómo hacerlo, yo – mamá soltó un gruñido y a grandes zancadas se acercó a mí.
-Esto ya me cansó, vamos, en el taxi de camino al aeropuerto compro los boletos – me tomó del brazo y me impulso a caminar, pero no me moví.
-No – dije zafándome de su agarre de un tirón – me quedo aquí.
-¿Qué dijiste? – pregunto furiosa - ¿Acaso se te olvida que soy tu madre? Porque si no lo recuerdas, seguro que puedo ayudarte un poco, sabes que la ley está de mi lado, por muy mayor que seas si digo que este imbécil esta incitándote a romper la ley te obligará a ir conmigo - ¿Amenazarme con llevarme a la fuerza? Esto es increíble, demasiado, incluso para mi madre.
-Debes estar bromeando, ¿No? No tendrías como demostrar que él está haciendo algo así, es ridículo, no puedes amenazarme con algo así, además, si me quedo no es por él, es porque me gusta este lugar, porque aquí me siento como en mi hogar, no como en casa, donde nunca veo a mi padre y mi madre vive encerrada en su despacho, toda la vida criada por niñeras, solo déjame aquí – mi madre volvió a tomar del brazo y mientras caminaba, me arrastraba a devuelta a casa, por suerte no estábamos muy lejos.
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¡Maldito amor! historias de amor y madiciones.
General FictionUn amor inadecuado Una amor intrépido Un amor encantado Un amor trágico Un amor mágico Un amor épico Si crees que tu vida es difícil, espera conocer el maldito amor. Qué es el amor, sino la incondicional pasión de dos seres, la inmortalidad de dos...