Dos días después...
-este sería una forma en la que se debe trabajar. En realidad no se que clase de constructora es esta- me burlaba del encargado de la obra.
Un hombre de no mas de un metro sesenta de alto, gordo y con ropa deportiva. Usaba chaleco reflectivo y casco. Nosotros solo usábamos cascos y traje formales. Estabamos en la construcción, siete pisos arriba y cuatro por debajo de la cima. No tan alto pero muy ancho para equipar con mas de cuatro oficinas de 200 metros cuadrados cada una. Una maravilla de lugar.
Estaba Pedro, encargado del area financiero, el ministro de obras publicas de país y yo, encargado de la constructora Drouet. Haciendo pedazos a una constructora que desde hace dos años que nos vienen pisando los talones y tomándose el nombre de ser la numero uno del país.
Iluso, nosotros somos el numero uno.
-señor...- dijo el encargado colocándose los lentes para comparar planos -con todo respeto. Nosotros solo seguimos ordenes de nuestros jefes-.
-¿usted no es el jefe?...- reclamó el ministro de obras -tantas mentiras aun tiene esta constructora-.
El estaba disgustado porque la obra se atrasó mas de dos semanas y además estaban cobrando más. Fue a nuestro despacho y pidió que le hicieran un pequeño presupuesto para la construcción de este edificio que sería las nuevas oficinas de Cuatro Ministerios de gobierno, es decir que los necesitaban ya! Nosotros acudimos a su llamado y aquí estamos, comparando incluso el tipo de materiales que hay y como se debe iniciar.
-¿quien es su jefe?- reclamó Pedro.
El también debería estar presente en la construcción para comparar precios de materiales y mano de obra.
-mi jefe...- miraba hacia otro lado -en realidad ellas... digo, el no está... no está en el país-.
-esto es el colmo...- me crucé de brazos -la constructora DruLa esta haciendo burla de uno de sus mejores clientes-.
-es que yo...- el hombre estaba muy nervioso -escuche, yo solo sigo órdenes. Quizas si van a la oficina y no vienen a la obra, puede que encuentren a alguien que si sepa de...-.
-¿usted no sabe con quien se esta metiendo?- señaló el ministro.
-si...- dijo Pedro.
-yo puedo hacer picadillo a su empresa de mentiras...- levantó su puño.
-debería hacerlo...- incitaba Pedro.
-oye...- lo miré de la peor manera.
-hay que alentar al cliente- susurró.
Yo no quise ser partícipe de esto asi que deje todo en sus manos y me dediqué a estudiar bien los dos diseños. Si tenían errores como la salida de emergencia cada dos pisos o que las vigas no tenían muchos puntos de flexión. Era muy rígida. No pasaba nada en un temblor o terremoto pero quizás la loza sufría poco. Aunque estando flexibles es mas.
El diseño era bonito pero no llamativo. Mas bien simple y sin estructura que armonice la vista.
El hombre se fue a llamar por teléfono y Pedro convencía al ministro de hacer pedazos a esa constructora. Seria conveniente para nosotros, nos esta alcanzando en rankin. Una constructora que salió de la nada, ahora es dueña de gran partes de obras y edificios. Tienen incluso la fama de reconstruir edificios y dejarlos como eran antes sin ningún margen de error.
Eso llamó mucho la atención.
-espera...- dije mirando la obra -esperen un momento-.
Ambos se acercaron a mi y comencé a visualizar todo con mayor precisión.
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La Chica del Mustang
RomanceFui un inepto, tonto, idiota, sin cerebro, todo. Puse al amor de mi vida como un monstruo y preferí el dinero. Ella me dio una leccion importante, incluso interponiendo su sueños para realizar los mios. No me sirven de nada si no la tengo a mi lado...