Capítulo 29 "Moscú, Rusia"

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Camiseta, short, polera, pantuflas...Todo absolutamente todo con motivo animal print.

-Un momento ¿Qué es esto?

Del canastillo donde estaba la ropa limpia de Yuri, sacó un diminuto calzoncillo de diseño como el pelaje de un leopardo, y lo estiró.

-¿Yura enserio cabes en esto?

El menor, volteo a mirar y se encontró con su novio estirando unas de sus prendas favoritas, como si se tratara de un elástico.

-¡Oye Beka deja eso! -lo reprendió quitándoselo.

-Por favor recuérdame porqué tengo que hacer esto.

Y es que Otabek, estaba haciendo la maleta de Yuri.

-Porque me dijiste que ganarías y volviste con un empate.

-¿Es mi castigo?

-No Otabek, castigo habría sido dejarte una semana sin mimos ni besos ¿Preferirás eso? -dijo en un tono amenazador.

El kazajo no respondió nada y se dedicó a guardar cuidadosamente cada prenda de ropa de su novio.

-En todo caso, igual me muero por verte con ese sexy calzoncillo -comentó en voz baja y con una sonrisa picara.

-¿Qué dijiste Beka?

-Que tu calzoncillo es sexy... digo lindo.

-Beka pervertido -y le aventó un cojín.

-Bueno, pero ahora será distinto.

-¿Así?

-Claro, primero estaremos acá, estarás tú, mi familia, nuestros amigos, Victor y Yuuri...

-¿Entonces?

-Ganaremos sí o sí.

-Así se habla mi Beka -y ahora el que se aventó encima de su novio fue él.

Cayendo encima de la cama, segundos antes que Moka se levantara y no fuera aplastado por el abrazo de osos que se estaban dando.

Esa noche, antes de viajar a Moscú para el partido de vuelta contra el archirrival Canadá, Otabek se quedó a dormir en casa de Yuri.

Esa misma noche, y ya con la maletas empacadas, Víctor y Yuuri terminaban de enviar las invitaciones de su matrimonio.

Y esa misma noche de sábado, Levedev conversaba con su esposa acerca de que la decisión tomada era la mejor y recordaba la conversación, que algunos días atrás había tenido con Dimitri, el portero y capitán del equipo de hockey sobre hielo.

¿O mejor dicho ex capitán?

-Entrenador, necesito hablar con usted.

-Que sea rápido Dima -miró su reloj- ya es tarde.

-Quiero dejar la capitanía, Otabek se la merece mucho más que yo, y usted lo sabe.

-Haré lo posible.

Y efectivamente lo hizo.

Sin embargo, la confirmación y aceptación por parte de la Federación rusa de hockey, solo había llegado unas horas antes.

Por lo que en ese mismo momento, mientras el gato Moka, se paseaba quedándose al medio de ellos en la cama, Otabek altin, el Center del equipo de hockey, dormía plácidamente sin saber que es era el actual capitán de su equipo y en algunas horas más, jugara con ese carácter.

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En la habitación 507 del Hotel Mercure Arbat, se encontraban Alex y Otabek desempacando sus cosas.

¿Patinemos? NO!!  ¡Juguemos!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora