Capitulo 3.

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JUSTIN BIEBER.

Cierro la puerta de mi habitación dejando a Becca hablando por teléfono con su amiga Aria, dejo ir un largo suspiro y camino hasta la cocina donde mi madre se me queda mirando mientras mueve el contenido de la olla que tiene en el fuego.

Me siento en uno de los taburetes que hay en la isla de la cocina y juego con mi móvil entre mis manos nervioso con la imagen de Becca temblando en el asiento del copiloto hace unos minutos.

No entiendo porque me ha salido ese instinto de protección con ella, pero no me ha terminado de gustar la sensación. ¿Qué estaba pensando cuando la he traído a casa?

Me paso la lengua por los labios y luego paso mi mano mientras recuerdo la primera vez que la vi. Era mi último año en el colegio antes de ir al instituto, ella llegó al partido de hockey con una pancarta más grande que ella misma donde estaba escrito el nombre de nuestro equipo y el de su hermano Eliot con purpurina.

Todos nos reímos de él, pero recuerdo ver la admiración en los ojos de ambos. El orgullo de ser su hermano mayor y sentirse tan conectados el uno con el otro. Ella no se perdía ningún partido e incluso viajaba a los estatales con nosotros. Pero siempre se mantenía en la lejanía dándole espacio a su hermano.

La primera vez que me acerque a hablar con ella fue hace tres años, cuando la vi desbastada en el cementerio mientras se despedía de su padre. Todos los del equipo de hockey fuimos en honor a Eliot y no pude evitar acercarme a consolarla cuando la vi tan pequeña e indefensa rodeada de personas que parecían ignorarla.

Entonces llegó al instituto y mi supe que tenía que alejarme de ella cuando le propine una paliza a Tomy Adams cuando escuche como decía que su objetivo iba a ser meterse entre sus piernas en uno de los entrenamientos en la pista de hielo y ese mismo día mi padre me confiesa que se estaba viendo con una mujer, engañando a mi propia madre.

Y ahora tenía en mi casa a la hija del amante de mi padre.

-¿Cómo está?-Pregunta mi madre vertiendo la sopa en un plato.

-Los ha pillado en la cama.-Ella deja caer el plato y me sobresalto al escuchar el sonido de la cerámica romperse al chocar contra el suelo.

-Oh dios mío.-Murmura ella y se agacha a recoger el plato destrozado. Voy hasta ella y la ayudo a limpiar.

-No debería haberla traído, lo siento mamá.-La culpa me llena por dentro.

-Ella no tiene la culpa de nada Justin.-Mi madre me regala una sonrisa cálida y cuando termina de recoger el desperdicio vuelve a poner sopa en un plato y me lo da para que lo deje sobre la mesa.

Termino de ayudarla a servir la cena y camino hasta mi habitación para avisar a Becca. Llamo a la puerta con mis nudillos, abro y la encuentro mirando por la ventana.

Ella no se gira a mi mirarme, pero veo como limpia su rostro con la manga de la sudadera naranja que lleva puesta. Creo que es la única chica que conozco con tantas sudaderas. Siempre suele llevarlas tallas mas grandes que la suya y con unos pantalones cortos que quedan escondidos debajo de esta.

Pero hoy no lleva esos tacones que hacen que parezca más alta y calzada con sus adidas me llega justo por el pecho. Ella camina por mi habitación y me doy cuenta que se para en el cuadro que tengo sobre la estantería.

-¿Erais buenos amigos?-Pregunta cuando coge la fotografía y acaricia la cara de su hermano.

-Sí.-Trago saliva y ella deja el marco en su sitio. –Mi madre te ha preparado una sopa y he pensado que luego podrías acompañarme a la fiesta de Dan.

Because of you.  [JB]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora