wingless [park jimin]

¿Soy lindo?

¡HOLA, HOLA! (extrañaba esto, lo admito)

Vengo por aquí para dejarles un regalo (?????) porque, sinceramente no pensaba subir los capítulos extras hasta que se cumpliera un mes de haber terminado wingless, pero... PERO ESTO HA LLEGADO A LOS 1.1 K DE VOTOS Y MÁS DE 9K EN LECTURAS A SOLO TRES SEMANAS DE HABERLA TERMINADO Y YO NO PUEDO SENTIRME MÁS FELIZ AL RESPECTO

MUCHAS GRACIAS A TODAS LAS QUE HAN LEÍDO, A TODAS LAS QUE HAN VOTADO Y COMENTADO, NO SABEN LO FELIZ QUE ME HACEN ;-;

Espero que disfruten del extra que haré de esta historia *tira confeti* JEJEJE  

Así que espero que disfruten y, nuevamente, GRACIAS por todas las lecturas, votos y comentarios <3

Extra 1: Jimin's pov

— No me digas que olvidaste la llave, ángel.

La situación parece sobrepasarme cuando la veo ahí, después de entrar al ascensor en un torpe y poco coordinado movimiento.

Sus facciones siguen siendo las mismas, salvo que sus ojos, siempre a la defensiva, ahora parecen calmos y esos labios que tanto me gustan, están formando el puchero más tierno que alguna vez la he presenciado hacer.

Me siento ridículo y sé que estoy sonriéndole como un imbécil, aunque ni siquiera ha notado mi presencia dentro del elevador con ella, mientras que las puertas se cierran incluso aunque no haya presionado ningún botón, puesto que parece estar lo suficientemente ocupada buscando la llave que la lleve a su piso.

Me cruzo de brazos y apoyo mi espalda contra la pared, agradeciéndole mentalmente a Jin hyung por enviarme a dejarle un par de medicinas al portero, el señor Choi, pasado las cinco de la mañana después de haber llegado del club.

— No la olvidé, tiene que estar por aquí – contesta al cabo de lo que parece ser un silencioso minuto, en el que se acomoda en el suelo, sentándose con su pequeño bolso sobre sus piernas.

Su cabello oscuro cae sobre su rostro cuando comienza a escarbar entre sus pertenencias, sus facciones se suavizan y su nariz se respinga, como todas las veces que la he observado concentrada. Me sorprendo nuevamente cuando sus labios se abultan en otro puchero, el que por alguna razón me parece incluso más hermoso que el anterior.

Voltea el contenido de su bolso sobre sus piernas y sus manos, algo descoordinadas, buscan por cada rincón la tarjeta que debe introducir en el sensor para que pueda llegar de una buena vez a su piso.

Por mucho que intente apartar mi mirada de ella, no puedo hacerlo.

La forma en la que arruga su nariz, la manera en la que parece estar frunciendo los labios simplemente me cautiva de una forma que no había experimentado antes y sé que la forma en la que estoy reaccionando es poco común.

Cuando alza la cabeza, sus ojos se encuentran con míos y por primera vez me doy cuenta que estaba tan sumido observándola, que no había notado que estaba conteniendo la respiración, como si me encontrase ansioso de estar en un espacio confinado junto a ella.

Su entrecejo se frunce lentamente cuando posa sus penetrantes ojos marrones en los míos, su boca se abre ligeramente al percatarse de mi actual presencia en el elevador junto a ella y humedece sus labios de forma inconsciente, lo que hace que algo en mi interior despierte.