sɪᴇᴍᴘʀᴇ ᴀ ᴛᴜ ʟᴀᴅᴏ •ɪɴ ᴀ ʜᴇᴀʀᴛʙᴇᴀᴛ• [BORRADOR]

Las mentiras tienen patas cortas

JONATHAN

—¿Vas a salir al receso, Sherwin?

Sí, había sonado la bendita campana que todos estaban esperando, me moría de hambre, no había comido casi nada, eran exactamente la 9:15 de la mañana y parecía que mi estómago estaba a punto de salir a pedir ayuda.

Así que aquí estoy tratando de sacar a Sherwin del salón, eramos los únicos aquí adentro, y no quiero que la prefecta venga a sacarnos a gritos.

—¿Por qué no quieres ir?

—No me siento bien.

—¿Qué pasa?

—Es que...

Él suspiró y se recostó en su carpeta, estaba triste, y por algo me dolía verlo así, entonces yo me senté a su costado y le sonreí.

—Mira , no sé que es lo que te está pasando pero yo creo que podré ayudarte. ¡Vamos, Sherwin! no puedes estar así toda la vida, yo te ayudo, tampoco creo que el problema que tienes sea para tanto ¿no? 

Yo creí que esa era la mejor forma de animar a alguien que se encontraba en ese estado así que eso fue lo que hice, aunque al parecer lo que le alegró y le animó  a Sherwin no fueron mis palabras "motivadoras" sino el hecho de que en ese mismo instante me quise parar y por un mal paso casi que me caigo de cara.

—Cuidado, Jonathan.

¡Y eso era lo que quería: que sonriera! Al menos ese diminuto gesto hacía que mi día sea menos aburrida, creo que me vestiré de payaso para verlo tan solo sonreír ¡Soy capaz de hacerlo!

—Quieres que te acompañe a la cafetería ¿no?

—Sí. Verás, me muero de hambre y ni siquiera se donde diablos queda eso. Así que hoy tú eres mi guía.

—Esta bien, vamos entonces.

Esperé a que Sherwin sacara algo de su casillero, él tenía al menos algo que comer, sacó un emparedado que con tan solo verlo se me hizo agua la boca ¡Dios, que delicia! ¡El sandwich por supuesto!

Revisé mi dinero por milésima vez y pues solo tenía unos cuantos dólares ¡Mi madre me daba a las justas! Así que si le pedía algo "extra" estoy más que seguro que pensaría algo mal de mí como por ejemplo, ¡mi madre es capaz de pensar que me escapo del colegio para comprar droga! ¡Yo sé que es capaz!

—Hola Sherwin, hola Jonathan quería preguntarte si... ¿Querías comer con nosotros?

¿Y esta quién es? Oh, esperen creo que es la chica que se sentaba en la primera fila en la clase de Química. ¡Me están invitando a un grupo, Jonathan di algo!

—Ahmm... ¿Solo yo?

—Sí, solo tú.

—¿Por qué no puede ir Sherwin?

Cuando dije eso, él me miro  y empezó a negar con la cabeza. ¿En serio todos odiaban a este pelirrojo? ¡pero si es un pan de Dios!

—Solo ven tú, Jonathan.

—Sí, Fátima tiene... tiene razón, Jonathan, ve no importa.

—¿Ves? Hasta el rari... digo hasta él lo dice.

—Emm... No gracias, estoy bien así,  además Sherwin va a mostrarme la cafetería, — ¿Cómo le digo que está reteniendo a mi hambriento estómago?¡Muero de hambre, niña! — y ahí está el chico rubio que me cae mal, así que definitivamente no quiero ir.