sɪᴇᴍᴘʀᴇ ᴀ ᴛᴜ ʟᴀᴅᴏ •ɪɴ ᴀ ʜᴇᴀʀᴛʙᴇᴀᴛ• [BORRADOR]

¿Será bueno decirles?

JONATHAN

—Entonces...¿Vamos a comer en Dazz...ler's?

Cuando me di vuelta vi a Sherwin tratando de pronunciar lo que decía en el cartel de la entrada. Él me miró y dijo confundido:

—Pensé que aquí había un restaurante de comida rápida.

—Sí, eso fue hace unos meses, mi mamá dice que la comida de aquí es deliciosa, así que cada vez que tengo que quedarme más tiempo en la escuela puedo comer aquí.

Y con todas las mochilas puestas, empujamos la puerta de cristal de Dazzler's y entramos. El lugar era muy acogedor pero hoy, catorce de febrero, es uno de los peores días en el que puedo escoger en ir a un restaurante. Ya no era acogedor y tranquilo , como solía serlo ahora era sofocante y bulloso. Y por supuesto, no faltaba la persona que se declaraba en medio de todos al chico o chica que le gusta.

—Se veía muy bonito por fuera — Sherwin disimuló una sonrisa mientras miraba todo lleno — Pero podemos pedir para llevar y comemos en la escuela, si qui...

—No creo que podamos comer en la escuela, los comedores están llenos también, ¿podrías buscar un asiento por ahí? Tiene que haber alguien que ya haya terminado de comer.

—Está bien, pero ¿En verdad vas a hacer toda esa fila para comprar la comida?

—No te preocupes. Vas a ver que de aquí salgo rápido

Sherwin entonces se fue a buscar asiento. Sin duda esta fila nunca iba acabar, al menos no hasta que termine mi tiempo de almuerzo. No sé qué haría el entrenador si es que llegase tarde, es más creo que Alex no dejaría de reírse en mi cara cuando me estén regañando... no quiero ni imaginarlo.

Pero por algo elegí venir aquí en vez de otros restaurantes que se encontraban incluso mucho más cerca del colegio, y aquí es donde empezaba mi plan.

Sabía que me iba a demorar de todos modos pidiendo comida si iba a otro cualquier restaurante, así que vine aquí porque conozco a alguien que me podía sacar de este inconveniente...bueno eso también si es que se encontraba allí, pero como es un día "festivo" seguramente estará en este lugar.

—Disculpe joven, ¿Está fila no puede ir más rápido? Vamos esperando ya como una hora aquí.

—Lo siento, señora, pero es lo más rápido que podemos atenderles.

—Por eso hubiésemos ido al otro restaurante, Brian, aquí parece que nunca nos van atender.

Y él era Sergio, un chico de ojos oscuros proveniente de una familia alemana, su padre, el señor Lerman, es justamente el dueño de este local que poco a poco su popularidad iba subiendo. Mi familia y la suya han sido amigas ya desde hace unos años y gracias a ello Sergio y yo nos hemos podido ayudar de vez en cuando. Cómo había dicho antes, él era el que me iba a sacar de este apuro, pero no se me ocurría ni de la mil formas como llamar su atención.

—Chico, ¿estos camarones en verdad están frescos?

Mientras yo seguía pensando en como diablos llamar su atención sin ser visto por todos, Sergio se encontraba casi irritado por la señora que también estaba apunto de explotar.

—Están frescos, señora.

—Imposible, mejor llévatelo, no lo quiero, nos vamos de aquí.

—Amor, cálmate.

—¡Nos quieren envenenar con esta comida! ¿Cómo quieres que me calme?

—No te preocupes, chico, no te lleves el platillo, ¿Podría traerme el postre?