Él era Sherwin, un chico muy extrovertido y con una buena cantidad de amigos en la escuela Newgate... Su vida social era como de cualquier adolescente. Pero, solo bastó un día para que todo esto cambie.
Este chico pelirrojo tuvo que pasar por algo...
Ha pasado ya tres meses desde que mi padre ha venido, y en este tiempo no ha sucedido algo "interesante" en mi vida como digamos. Solo hay que agregar que ahora soy un integrante del equipo de béisbol, Eddy se convirtió en uno de mis mejores amigos y sigo sin entender que es lo verdaderamente siento por mi "super hiper mega" amigo Sherwin, sí, es verdaremante increíble que el chico que conocí por un tropiezo de la vida se haya convertido en alguien tan importante para mí.
En fin... Se supone que hoy iríamos al cine, ya que es ¡un lindo viernes! Y porque también hoy es el único día donde las entradas lo venden a cinco dólares menos. ¡Eso realmente es una buena oferta que se debe aprovechar!
—¿A dónde crees que vas, Jonathan?
—Ah... papá, dije que iba a salir con... mis amigos ¿recuerdas?
—Ah, sí, sí lo dijo ¿no lo recuerdas Rafael?
—Ahmm... ¡Sí, por supuesto! Solo que... pensé que querrías ir con nosotros a la casa de tu tía.
¿Saben? Estoy empezando a creer que saqué más genes de mi padre que de mi madre.
Esta era justo una forma de decir que se olvidó que le dije que iba a salir, típico de mi padre.
—Nosotros tal vez regresemos mañana Jonh, ¿podrás encargarte de la casa?
—Oh, sí, por supuesto, mamá.
Sabiendo que aún faltaba como una hora para que sea el momento acordado, yo de todos modos fui, y no es que en ese tiempo estaba aburrido del todo, me distraje con algunas tiendas de la avenida e incluso vi unos bonitos regalos no tan "escandalosos" que tal vez podrían gustarle a Sherwin, pero creo que mi destino no no era comprarlo despues de todo.
—¡Hey, Jonathan!
Y sí, definitivamente me sorprendí demasiado cuando escuché la voz de Eddy solo atrás mío, aunque exactamente no estaba a mi tras sino que estaba en uno de los espacios que se encontraban entre las dos tiendas, que por supuesto ese lugar no era tan iluminado, mi sorpresa aumentó más al verlo con un vaso de... ¿licor?
—Cambia esa cara, Jonathan, no soy un "alcohólico de primera". Solo estoy tomando en este vaso que apenas puede verse.
—Wow, nunca pensé que un "chico rico" iba estar bebiendo por los callejones.
—Sí, sí... ¿Qué hacías por aquí?
—Ah, es que... Hoy... solo estaba paseando por aquí, nada fuera de lo común.
Las razones por la que no le dije que me iba a encontrar con Sherwin es porque... bueno, creo que ya es muy obvio, empezará a avergonzarme delante de... esos chicos que ni siquiera conozco.
—Oh cierto, Jonathan, te quiero presentar a Emilio y Piero.
—Ah, hola...
Bien, ¿dónde quedó el sociable Jonathan? Creo que se fue a Marte a dar un paseo.
—¿Te quieras quedar?
—Ahm... Sí, eso creo.
—Bien, entonces, Piero saca un vaso más.
Creo que hoy no va a ser un día tan "normal", como digamos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.