sɪᴇᴍᴘʀᴇ ᴀ ᴛᴜ ʟᴀᴅᴏ •ɪɴ ᴀ ʜᴇᴀʀᴛʙᴇᴀᴛ• [BORRADOR]

¡Un evento con resultados imprevistos!

JONATHAN

Después de todo el problema que había generado Fátima, no pasaron muchos días para que vinieran otros: los exámenes parciales. ¡Es que el mundo no podía darme un descanso al menos por una semana!

Para darme más ganas de estudiar le dije a Javier que esta vez le ganaría en estos exámenes... al final nunca lo logré, pero al menos saqué unas notas mayores a las anteriores ¡Soy un jodido Einstein, no podía esperar menos de mí!

En fin, todo eso ya había terminado y pensaba echarme toda la tarde jugando videojuegos y comiendo los exquisitos nachos que me había preparado.

—¿Debería llamar a Sherwin?

Sherwin siempre me había dicho que solo los fines de semana estaba libre y hoy era miércoles, así que entré en una crisis mental si invitarlo a que venga o no.. Yo ya había terminado de hacer mis tareas y todo eso, pero si él aún no lo había acabado estaría mal que lo llame... o al menos eso yo creía.

El estruendoso tono de mi celular hizo que me desconcertara por completo. Primero pensé que era una coincidencia que Sherwin fuera el que me estuviera llamando, pero luego me enteré que mi mente olvidadiza me había fallado de nuevo.

—¿Sher?¿Qué pasó?

—Ah, hola Jonathan, ¿ya estás listo? Creo que no voy a tener tiempo para pasar por tu casa.

—Ahm... ¿Qué?

—¡Hey Jonathan! — si antes estaba alelado, ahora al escuchar la ruidosa voz de Eddy lo estaba aún más — ¿A quién invitaste? Espero que haya sido a Elizabeth. ¡Es realmente dulce!... ¡Oh, lo sé! Seguro fue a Sergio, invitaste a Sergio ¿cierto? ¡Sí lo conoces! El que tiene pinta de malo, pero en realidad es todo un ángel... Jonathan, ¿me estas escuchando? ¡¿Jonathan?!

—Eddy, no sé por qué me cuentas de tus amores platónicos. ¡Por dios! Explícame que está pasando.

—¿Eh?¿Cómo que no sabes que está pasando? Joder, Jonathan no me digas que lo olvidaste... ¡Es la boda del hermano de Sherwin, pedazo de animal!

—Ah... ¡¿Qué?! ¡¿Hoy?!¿Era hoy?

—¿En serio lo olvidaste, Jonh? — bueno al menos ya no estaba Eddy al teléfono...— qué crónico es tu caso de amnesia ¿eh?

Genial, ahora todos me echan mierda.

—¡Verás que estaré en el local más antes que ustedes! ¡Acuérdense de eso!

Y diciendo algo que ni sabía si lo cumpliría corté la llamada y me percaté en la hora. Supongo que mis nachos tendrán que esperar...

—¡Bingo!

Luego de una larga búsqueda entre todas las cosas que tenía por allí esparcido encontré la tarjeta de invitación que me habían dado los señores Harrison. ¡Definitivamente me quedaba poco tiempo!

—¿A las seis? Carajo. ¡Solo tengo dos malditas horas! ¡Ni tiempo para invitar a alguien me da!

Oh dios, tampoco le pedí permiso a mi madre para salir. En verdad me está yendo de maravilla... Me falta el tiempo, el invitado, el terno y el permiso de mi madre ¡¿Es que acaso no falta que me aplaste un elefante?!

Con el poco positivismo que me quedaba tomé mi celular y llamé a mi madre, si algo no le gustaba a ella era que le avise todo a última hora.

—Entonces... me dices que olvidaste ese compromiso y necesitas que te dé dinero para comprar el regalo. ¿Algo más jovencito? ¿No necesitas que vaya y te preparé un café también?