sɪᴇᴍᴘʀᴇ ᴀ ᴛᴜ ʟᴀᴅᴏ •ɪɴ ᴀ ʜᴇᴀʀᴛʙᴇᴀᴛ• [BORRADOR]

¡Más ánimos, Sherwin!

JONATHAN

-¡Maldición! ¿Otra vez los parciales? ¿Tan pronto? ¡¿Por qué?!

-Sherwin, Sherwin, cálmate te ayudaré a estudiar para estos exámenes.

-Eso es lo que me preocupa, Jonathan.

-¡¿Eh?! ¡¿Estás cuestionando mi rendimiento académico?!

-No puedes ser bueno en todo, Jo-na-than.

Sabía que él estaba esperando el mejor momento para devolverme la frase. ¡Y definitivamente lo consiguió! La escuela empezaba a molestarnos nuevamente con sus odiosos exámenes, si lo sé... y pensar que hace poco rendimos uno ¡No hay duda, nos torturan!

-¡Sí aprobarás! Confía en mí.

-Solo necesito Biología y Geometría ¿eh?

-Pues cuando termine de asesorarte serás un experto en esos dos cursos.

-Ojalá, Jonh, si quieres te puedo ayudar en algún curso que te dificulta.

-Pff, Sherwin, olvidas que soy el mejor de la clase.

-Nunca me enteré que le quitaste el puesto a Javier.

-En este examen sí, ¡ya puedo sentir el primer lugar!

-Jonh, estudia -sí, todos dudaban que yo podría ganarle a Javier, ¡no era fácil! - tal vez puedas hacerlo en tu otra vida. Además aún te faltaría ganarle a Britney, a Jeremy, a...

-¡Ya entendí, Sher! No me bajes la moral. Ni que estuviera en el último puesto.

-¡Te falta mucho por ganarme, Jonathan!

-¡A tres puestos!

Sí, chicos, cuando se trata de competencia, no hay amor. Hay rivalidad. ¡Y mucha por supuesto! Aunque de todos modos Sherwin y yo solemos reunirnos antes del examen para ayudarnos un poco.

-¡Sherwin!~ ¡Adivina quién soy!

Un tipo se apareció de la nada cuando íbamos de regreso a nuestras casas. Yo en verdad había temblado del susto, por un momento pensé que se trataba de un ladrón o algo así, y si hubiese sido de esa forma seguro me desmantelaba de una por mi tan lenta reacción de guardar el celular, ya ni faltaba poco para que se me cayera del bolsillo. Pero por suerte, este no era el caso y me había ahorrado el "te lo dije" de mi madre.

El chico que se acercó especialmente a Sherwin era de mi porte, un poco más alto me atrevería a decir, quizás solo por unos dos o tres centímetros. Era un rubio con aspecto no tan rudo, traía puesta una mochila y llevaba un grupo de hojas en su mano. Este chico le tapó los ojos a Sherwin esperando a que adivinara su voz y acertara con su nombre.

-Aldrin, no sé qué demonios haces aquí, pero estoy seguro de que eres tú.

-¡Sí, así es!... No pensé que te encontraría tan tarde por aquí. Venía a dejar mi ficha de inscripción.

-¿Aquí? ¿En Newgate?

-¡Pues claro! Mis padres tenían que viajar así que me dejan cerca de mi familia aquí en New Jersey.