Él era Sherwin, un chico muy extrovertido y con una buena cantidad de amigos en la escuela Newgate... Su vida social era como de cualquier adolescente. Pero, solo bastó un día para que todo esto cambie.
Este chico pelirrojo tuvo que pasar por algo...
─¿Qué crees que deba regalarle? ¡Ya sé! le regalaré a Sherwin un juguete sex...
─¡No! ¡Es navidad, pervertido! ¿Cómo vas a pensar en eso en esta temporada? — de repente me dio un pequeño escalofrío, eso sí fue vergonzoso — solo no hables y escoge algo que haya en este centro comercial.
Jonathan hace una semana, llamó a Eddydiciéndole que puede ir para pasar la navidad en su casa, y como Eddy siempre me arrastra a todo lo que hace como si fuera un muñeco de trapo, nos obligamos a llevar regalos para ellos.
─¡Apúrate, Eddy! Hace frío, solo a ti te falta comprar.
─Espérate, es que no se qué rayos comprarle a Jonathan ¿Crees que sería bueno llevar una caja de cerveza?
─Claro, claro que sería bueno, encajaría perfecto en la mesa de navidad — parece que no entendió mi tono de sarcasmo porque en ese mismo instante se acercó a la cajera — ¡Claro que no, idiota! ¡Es navidad, no fiesta para borrachos!
─¿Y vino? — me miró como si me lo estuviera rogando
─Esta bien, pero solo... ¡Agh! Ni siquiera me escuchó.
Ya que Eddy iba estar muy ocupado comprando lo que había escogido, me acerqué a una tienda de dulces, tal vez llevar algunos no iba ser malo.
─¿Desea algo, niño?
¿Niño? ¡Oh,dios! ¿Tengo cara de niño? Que molesto...
─Ahmm... ¿Tendrá esos bastones de menta?
─Oh, si claro, espere un momento.
Mire a mis costados, Eddy seguía pagando, mientras parecía que intentaba "seducir" a la chica que le estaba atendiendo.
Este chico si que tiene una buena autoestima para pensar que esa chica va a aceptar a un idiota.
─Toma, gracias por comprar y ¡feliz navidad , niño!
─Igualmente — forcé una sonrisa
Esta vez no le di mucha importancia a que me llamara así, voltee a ver a Eddy y pues ya estaba generando un desastre.
Lo sé. No debería sorprenderme.
─¡Oiga, nosotros también queremos comprar!
─Eddy, ¿Qué diablos haces?
─Espera, me va a dar su número.
Yo solo golpeé mi mano con mi frente y miré a la chica quien estaba medio aterrorizada.
─Vámonos, Eddy — lo jalé de la manga de su camisa — Disculpe, señorita, está un poco... Demente.
─Oh, bueno gracias por comprar, feliz navidad.
─Feliz navidad.
Salimos rápidamente, la fila siguió normalmente cuando Eddy se fue.
─Oye, estaba a punto...
─Estamos en un centro comercial, todos quieren comprar sus cosas, tú solo estabas estorbando.
─Uhh, esa indiferencia, Javier.
─Compre esto.
─¿Me das uno?
─Cuando lleguemos.
─¿Qué? Pero son dos horas hasta la casa de Jonathan.
─¡Entonces, apúrate!
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.