Kaminari ha sido secuestrado por uno de los mayores traficantes de personas del país,Tomura. Consiguió escapar pero ahora sin familia, ni conocidos no tenía adonde ir.
Pero su suerte cambió al encontrarse con Kirishima y Katsuki, dos chicos huérfano...
El rubio intentógritarcontodassusfuerzasperonoconsiguióemitirningúnsonido.
Kaminari se despertó sobresaltado y asustado hasta que dos brazos lo trajeron a la realidad.
Kirishima lo había abrazado por la espalda.
En la casa solo se oian el canto de los pájaros y los ronquidos del pelirrojo.
Kaminari algo sonrojado cogió las manos del pelirrojo y las coloco sobre su pecho (el de kaminari)y cerró los ojos intentando aprovechar el momento y recordando todo lo que habia pasado hasta que unos gritos lo sacaron de sus pensamientos.
-¡arriba imbéciles!-gritó Bakugou.
Entonces el pelirrojo despertó y al ver en la posición en la que estaba dió un salto hacia afuera de la cama y su cara se tornó del mismo color que su cabello.
-¡B-bu-buenos días!-dijo kirishima sin perder aun el sonrojo.
-buenos días-le respondió el rubio también algo ruborizado.
-¡vamos a desayunar!-gritó el rubio cenizo con su tono de voz siempre molesto interrumpiendo la escena.
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-Señor tomura la banda de stain ya ha llegado-dijo kurogiri.
-hazlos pasar-dijo Tomura esbozando una sádica sonrisa.
En ese momento kurogiri salió de la sala para volver al cabo de tres segundos acompañado de dos individuos.
Una chica rubia de unos 15 o 16 años, vestida con un uniforme de colegiala, y un chico de igual edad, con el pelo de un tono negro como la noche y numerosas cicatrices en las muñecas con una más grande que le recorría la cara horizontalmente.
-¿dónde está stain?-preguntó Tomura bastante irritado.
-Stain está ocupado en estos momentos-dijo aquel chico-nosotros somos empleados suyos ,mi nombre es Dabi y ella es Toga.
Tomura lo meditó durante unos minutos.
-Esta bien quiero que os encargueis de él-dijo sacando una foto.
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-¡Que lindo!-exclamó Toga abalanzándose para coger la foto-pero...¿cómo lo quieres?
-Vivo-dijo Tomura con tono cortante y serio-tengo preparado algo para él.
-¡Vale!!-grito Toga como si fuese una niña pequeña-¿Puedo jugar un poco con él?
-Mientras que me lo traigas vivo me da igual lo que le hagas-dijo Tomura a lo que Toga respondió con una sonrisa macabra.
Dabi se limitaba a oír la conversación apoyado contra una columna hasta que decidió que era hora de intervenir.
-Toga nos vamos-dijo con un tono seco y frío.
Toga se quejó un poco pero enseguida lo siguió y desaparecieron a través de la puerta.
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-¡Que mal,quemal,que mal!-pensaba un joven pecoso de 15 años con el pelo de un color verde negruzco que andaba por una calle sin saber donde estaba.
Al cabo de una hora andando el peliverde optó por sentarse en el banco de un parque ya que le dolían las piernas de tanto caminar.
Ya había anochecido y una farola a su lado se encendió.
-¿Y que voy a hacer ahora?-preguntó izuku (que era como se llamaba) al aire como si la respuesta le fuese a venir mágicamente. Soltó un suspiro de preocupación y se quedó mirando a las estrellas hasta que notó una punzada a su espalda.
-Es peligroso salir solo a estas horas-dijo una voz que Izuku no pudo reconocer-dame la cartera y todo lo que tengas de valor.
