Kaminari ha sido secuestrado por uno de los mayores traficantes de personas del país,Tomura. Consiguió escapar pero ahora sin familia, ni conocidos no tenía adonde ir.
Pero su suerte cambió al encontrarse con Kirishima y Katsuki, dos chicos huérfano...
—¿Dónde se han metido todos?—preguntó Ashido al llegar a la casa.
La chica entró y se sentó a esperar mientras jugueteaba con sus dedos y observaba el interior de la casa.
Al cabo de un rato, Kirishima entró en la casa bastante cansado.
—¿Dónde estabas?— preguntó la chica desde el salón haciendo que el chico diese un saltito del susto.—Te estaba esperando pero como no llegabas vine a buscarte.
—Pues...han pasado tantas cosas que me olvidé y salí a dar una vuelta — contestó el pelirrojo mientras se rascaba la nuca.
Ambos se sentaron a comer la sopa que la chica había preparado y Kirishima, aprovechó para contarle todo lo sucedido a su hermana.
—Digno de una película —dijo Ashido cuando Kirishima terminó de hablar.—¿Has pensado en hablar con la policía?
—Sabes perfectamente que no puedo hacer eso— contestó en chico dejando el plato vacío sobre la "mesa".
—Pero en esta situación...— dejó sin terminar la frase.
Ambos se quedaron en silencio hasta que Ashido decidió cambiar de tema.
—Ya es muy tarde creo que me iré a dormir— dijo la chica lanzándose sobre la cama de Katsuki.—Si Bakugou me viera probablemente estaría gritándome.
Kirishima se rió de ese comentario y se tumbó sobre su propia cama que se sentía muy vacía sin aquel rubio.
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En la casa de Izuku.
Los chicos habían llegado y Katsuki dejó a Izuku en el baño para que se lavase.
—No me creo que hayamos hecho eso...—decía Izuku al salir del baño.
—Pues no decías eso mientras gemias—dijo Katsuki haciendo que Izuku se sonrojase.
—Menos mal que mamá se fue—murmulló Izuku recordando como habían entrado corriendo semidesnudo.
—Deku vámonos ya—dijo Katsuki cogiendo de la mano a Izuku.
Los chicos se dirigieron a la tienda de Iida, donde encontraron a Kirishima yendo también.
Los tres chicos se encontraban en la puerta de la tienda y Katsuki se dispuso a llamar como era habitual, pero cuando dio un golpe se percató de que la puerta estaba abierta.
—Algo anda mal—alertó Kirishima—Iida nunca dejaría la puerta abierta.
Katsuki tomó una barra de acero de la basura y le dijo a Izuku que se quedase atrás.
Con cuidado fueron entrando y cuando se encontraban a mitad del pasillo, vieron un gran charco de sangre procedente de debajo de la puerta de un armario de la limpieza.
—Mierda—dijo Katsuki abriendo el armario, encontrándose con el cadáver de Iida colgado del cuello a una soga, y agujereado como un colador.
Rápidamente Katsuki le tapó los ojos a Izuku y lo sacó fuera dándole la barra a kirishima que estaba sin palabras.
El chico siguió avanzando hacia el almacén dónde se encontraba Kaminari, comenzó a temblar y temer por lo peor cuando vio un rastro de sangre desaparecer tras una cortina, como si algo o alguien hubiese sido arrastrado...
