Era otro día normal en el departamento del de sudadera verde, como no, sus amigos se habían quedado allí, prefería eso a estar sólo. No podían ser mas de las once y cuarto de la mañana, y como buen día Domingo, se habían levantado a desayunar tarde. No había que hacer nada en especial, así que como cualquier persona, Matt salió a revisar si había correo nuevo, apenas abrió la puerta, pisó un sobre blanco a sus pies.
Sí, lo había.
Sólo tenía destinatario, no emisor. Algo completamente extraño.
Con una expresión de confusión, se adentró nuevamente, y al hacer esto, el olor de las tostadas y café chocaron en su nariz, cautivándolo totalmente.
Al entrar a la cocina, observó a Tom casi durmiendo sobre la mesa y a Edd frotándose los ojos frente a la tostadora. Rió cuando notó que el castaño tenía una calceta a la altura del tobillo y la otra completamente extendida, y luego repitió el acto cuando vió como el inglés comenzaba a botar un hilo de baba por la comisura del labio inferior.
—Hey, Edd, había una carta—se dirigió al artista con voz ronca y somnolienta.
—Eh, déjalo sobre la mesa. Seguro deben ser facturas—Soltó, sin darle importancia.
—Hm, es que no tenía emisor, por eso me pareció extraño—intentó insistir indirectamente para que lo abrieran, le intrigaba mucho ese tonto sobre.
El ojiverde lo miró con expresión seria, alzando una ceja, y luego rodó los ojos.
—Está bien, tráelo.
Un chillido de satisfacción salió de los labios de el pelinaranja, había conseguido lo que quería, otra vez. Para Edd, cuando se trataba de Matt, siempre le consentía en lo que podía.
Cuando lo abrió, observó una carta escrita —aparentemente— con pluma, y una caligrafía bastante detallada. Aunque aún tenía sueño, y sus problemas de vista no ayudaban mucho.
—Eh, no veo nada—rió junto a el narcisista—ten, léeme tú.
Dicho esto, se dió vuelta y sacó las tostadas que, ya hace un buen rato se habían terminado. Ya estaban tibias.
El ojiazul aclaró su garganta e hizo un tono de voz algo tonto, para luego comenzar a leer enserio.
A todo esto, el de cuencas seguía completamente dormido. Al menos eso era bueno.
Lamentamos la información tan a golpe, por decirlo de alguna forma. También, lamentamos la siguiente noticia, el jóven Larsson, como han de ustedes conocer, estuvo un tiempo sirviendo para la armada roja como líder y soldado, tristemente, el día de ayer a lo que se escribe la información, hemos recibido la noticia de que ha sido víctima de una explosión de granada, casi cuerpo a cuerpo.
Las lesiones son de alta mortalidad, por la fuerza de el arma y su detonación, por lo que ha sido internado en el Hospital Militar, esperamos y entiendan. La armada toma completa responsabilidad de el accidente, ocupándose de gastos económicos.
Se despide...
—La armada roja...—Terminó de leer, con el corazón en la garganta. Bajó el papel, para observar a el de verde, quien tenía la mirada fija sobre el de azul, quién se mantenía dormido.
Agradecían internamente que se hubiera mantenido así. El de púrpura seguía de pie, sin reaccionar, hasta que dió un leve brinco del susto gracias a la voz del artista haciendo presencia.
—No... No quiero perderlo, Matt. Apesar de todo lo que hizo, es mi amigo. Uno de mis mejores amigos.
—Tampoco quiero perderlo, Edd.
El sueño y el hambre ya se habían desvanecido a éstas alturas.
El pelinaranja habló nuevamente.
—Hay que visitarlo, nunca se sabe cuándo será la última vez.
Era extraño e intimidante ver a alguien como Matt tan frío, o serio.
Edd simplemente asintió, con la misma actitud.
El narcisista desapareció por la puerta de ls cocina a buscar su ropa, frotándose los ojos con frustración. Mientras, el castaño intentaba despertar a el de azul, cuánto deseaba no tener que decirle eso.
Lo sigo más rato, ahora tengo muchas cosas que hacer:^)[?
Gracias por sus saludos de cumpleaños, lxs quiero ;v; 💙
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Death [S2 bulimia] TordTom. ✖terminada✖
Fiksi Penggemar¿Realmente podemos salir adelante?