Capítulo 10.

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Narrador omisente.

Mientras tanto, con los dragones la cosa era muy diferente. Algunos de ellos jugaban, corrían, peleaban por comida y otros, bueno, simplemente descansaban.

Shiori se encontraba acostada viendo cómo los demás jugaban entre ellos, miraba con atención como Pineda de enfrentaba de forma amistosa con Comillo, Eructo y Guacara como siempre, los dos traviesos idénticos a los gemelos molestaban a Tormenta, quién trataba de ignorarlos, pero paciencia era lo que menos tenía.

En cambio con los dos furias nocturnas, ellos simplemente eran ellos. Jugaban tranquilamente de forma amistosa, como dos cachorros, no le tomó tanta importancia a eso. Volteó a ver a Albóndiga, ella solo dormía, bostezó cansada, se encontraba aburrida, por lo cuál al ver que ningún dragón le prestaba atención decidió levantarse e ir al bosque un rato.

Al momento de retirarse y adentrarse al bosque era tranquilo, nada nuevo. Caminó de forma lenta, arrastrando todo a su paso, olfateaba el lugar en busca de lo que sea que encontrara, hasta que olfateó un aroma desconocido.

El dragón de forma rápida gruñó y se colocó en defensa, esperando cualquier movimiento, el silencio era una mala señal para cualquiera y para un dragón no era la excepción.

Esperó algunos minutos alguna señal de la cosa desconocida que había olfateado, hasta que finalmente se escuchó una rama romperse, los arbustos moverse con furia y de la nada un peso encima de ella, gruñó para ver a lo que tenía encima, se defendió mordiendo a su enemigo recibiendo de igual forma mordiscos y patadas.

Era un Nadder Mortífero, color azul y alas moradas, cuando los dos se separaron esperaban el ataque del otro, cosa que no llegaba. Se rodeaban entre sí, una gruñía y la otra solo mostraba sus espinas.

—Vamos, ¿Por qué no atacas? Para eso tienes las malditas espinas. —Shiori fue la primera en hablar, el Nadder no dijo nada.

Sus gruñidos se escuchaban y eran correspondidos, después de todo, las dos estaban en un lugar desconocido por el momento.

—¿Quién eres? ¿A qué has venido? Nunca había olfateado tu aroma, eres nueva. —El Nadder finalmente habló, la Furia nocturna dejó de caminar, confundiendo a su contraria.

—Charlemos de forma tranquila, como dos dragones que van a socializar de forma civilizada. —Mencionó, dejó de estar a la defensiva solo para darle confianza a la otra.

La otra hizo lo mismo, ahora las dos ya estaban más tranquilas, se acercaron un poco solo para verse, Shiori hizo un ademán con su cabeza asintiendo, la otra correspondió y extendió sus alas para recibir el saludo.

—Shadai, un gusto. —Se presentó tranquilamente, Shiori retrocedió para sentarse y verla.

—Shiori, el gusto es mío. —Se presentó igualmente. —¿Puedo saber qué hacías antes de atacarme?

—Solo estaba vigilando la zona, mi jinete es alguien especial y bueno, decidí dar una vuelta hasta que te ví.

Eso sorprendió a Shiori, quién de forma fugaz se acercó más al Nadder. Ésta al verla, retrocedió con asombro.

—¿Qué haces?

—¡¿Tienes jinete?! —Exclamó con emoción, Shadai asintió confundida.

—Sí....no está lejos de aquí. —Dijo mirando hacía atrás, dándole a entender a Shiori que la humana estaba muy cerca, eso le emocionó aún más.

—¿Qué hacen aquí?

—¿Estás sola o por qué la pregunta? Tú...¿Tienes jinete o algo así? Usualmente a los dragones no les agradan los humanos, no después de que ellos sean malos con nosotros. —Shadai dijo mientras la miraba, la furia nocturna asintió, eso asombró al Nadder.

Mi Nuevo Mundo Lo Cambia Todo. «Hiccup y tú» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora