Un dia como cualquier otro Yanira estaba sentada en un banco debajo del mismo arbol como cada dia de su vida, sentada esperando a que nadie la obligara a entrar al hospital, los doctores no la dejan estar fuera del hospital, no sin su autorizacion pero a Yanira no le interesa y cada dia a la misma hora sale del hospital y se sienta en el banco debajo del arbol, aquel arbol que dia con dia creze mas, en otoño sus hojas caen y en invierno se cubre de un manto blanco y transparente que le cubre y lo protege, en primavera florece y los petalos caen cubriendo la cabeza y hombros de Yanira, en verano el arbol esta verde y sus frutos se asoman, de vez en cuando una manzana cae en las piernas de Yanira quien la limpia y se la come, un gato negro se posa en sus piernas que solo tienen la bata del hospital encima, un rosal creciendo enfrente del banco, las abejas bajan y toman el polen de las rosas y se van, Yanira esta siempre 40 minutos sentada en el banco hasta que su doctor o un familiar le obligue a entrar al hospital y se recuste en su cama para que su condicion no empeorara, Yanira se levanto del banco y camino hacia aquel arbol que siempre le cubria del sol y la lluvia, aquel hermoso arbol de troco fuerte y hojas verdes, aquel arbol que era lo unico con lo que tenia contacto, Yanira se recosto en el arbol, relajo su cabeza en el tronco, el gato subio de nuevo a sus piernas y Yanira puso una sonrisa en el rostro, algo que no hacia desde hace tiempo, una lagrima salio de sus ojos y los cero profundamente...